España es un país rico en historia, por lo que quizás no sea sorprendente ver que las tradiciones pastorales y agrícolas se mantienen frente a la modernización.
Sin embargo, la forma en que se llevan a cabo le dará a alguien un sobresalto, como ver a miles de ovejas obstruir las carreteras de la capital de Madrid, camino de los pastos invernales.
Tan seguro como Pamplona tiene el encierro, Madrid tiene su propio día tradicional. La ley española permite a los agricultores utilizar antiguas rutas migratorias independientemente de cómo esas rutas hayan cambiado con el tiempo, y en 1994 quedó claro que eso significaba poner en espera la hora punta para cruzar animales desde el norte hasta el sur más cálido del país.
Las carreteras estaban vivas, escribe Reuters, con el sonido de las campanas, mientras miles de espectadores tomaron fotos y llevaron a sus niños que vivían en la ciudad para ver el espectáculo anual, que fue cancelado el año pasado debido al COVID-19.
Los pastores guiaban a sus rebaños con trajes tradicionales, mientras algunos tocaban música y otros bailaban.
Los niños que estaban acostumbrados a ver atascos de tráfico y oír bocinas de automóviles recibieron un recordatorio alegre de las vistas y los sonidos del campo durante el evento, donde es fácil pararse lo suficientemente cerca para tocar a las ovejas mientras pasan.
Con información de Good News Network
