SAN DIEGO, California.- Si bien la temporada de béisbol apenas finaizó el domingo para muchos equipos, para los Padres los trabajos de reconstrucción han iniciado con miras a la temporada 2020.
Desde hace varios años Padres viene hablando de un 2020 como posible llegada a una postemporada.
La del 2019 ya es historia, muy por debajo de las expectativas.
Los Padres tendrán nuevos uniformes, se dice, reto, un nuevo manager al que ya buscan y, quizá, ése finalmente será el año en que aspiren a algo más después de unos cuantos años de jactarse de su rico sistema de desarrollo de talentos.
Los resultados no fueron los que esperaban, temporada de 70-92, muy por debajo de las expectativas, pues los planes originales era jugar para .500.
Fue la temporada 13 consecutiva con record perdedor para empatar una vieja marca de la organización.
San Diego estaba 45-45 al llegar la pausa del Juego de Estrellas y se encontraba a la caza de un puesto de equipo comodín. Después todo salió mal detrás de una rotación joven que necesitaba ser atendida, junto con un bullpen sobretrabajado, una ofensiva anémica y la pérdida de Tatis, un jugador electrizante que al parecer podía iniciar una remontada cada vez que se paraba en la caja de bateo.
Fue la cuarta temporada consecutiva de 90 derrotas para los Padres, su novena campaña en fila con marca perdedora y el 13er año al hilo fuera de los playoffs.
El gerente general A.J. Preller vio suficiente después de un derrumbe contra Arizona para despedir al manager Andy Green, con ocho juegos por delante.
La tarea de buscar un nuevo manejador es una de las pendientes que tienen y ya lo buscan solamente que para no entorpecer las negociaciones, lo mantienen en total misterio.
Con información Albat
