TIJUANA – El desarrollo de las olimpiadas en Río de Janeiro ha generado un conjunto de comentarios que presentan a un México que aún tiene muchos debates por realizar y un conjunto de visiones sobre nosotros mismos que no se solucionan. No se trata sobre el desempeño de los atletas que participan, sino de los comentarios que se realizan en torno a algunos de ellos.
Llamó la atención de quien esto escribe los comentarios burlones sobre la representante mexicana en gimnasia, Alexa Moreno. Si bien es nativa de Mexicali, no se trata de defenderla por ser nacida de esta entidad bajacaliforniana. Lo que resulta paradójico, es que se asignen un conjunto de epítetos a una contendiente que se ganó su lugar para representar a nuestro país.
Los calificativos superficiales sobre su peso y estatura, dejan ver que quienes participan activamente en las redes sociales para insultar y humillar, reflejan un sector de la población que tiene una construcción social sobre la estética que debe cumplir con una condición esperada. Nos indica que al no cumplirse con su expectativa, no en referencia a su capacidad atlética, sino meramente estética, marca la pauta para despreciar ciertas características que no resultan agradables de quienes opinaron de esa manera. La forma en que se generaron los insultos, permite afirmar que estamos muy lejos en el cuadro de honor de la tolerancia. Si se tratara de obtener medallas, seguramente como país quedamos en último lugar.
No es asunto menor. Significa que muchos de los temas que se presentaron en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX siguen vigentes. Muy similar a los comentarios poco sensatos del candidato republicano Donald Trump. Permite afirmar que es necesario ahondar en temas como el simple conocimiento del país. ¿Cuantos mexicanos tienen las características denostadas por quienes hicieron mofa en redes sociales? Somos pues, un país que aún tiene muchos temas elementales que solucionar para un futuro inmediato.
Por otra parte, sin ser experto en el tema, quien esto escribe es testigo de los esfuerzos para llegar a esa condición atlética que permite llegar a la instancia olímpica. Cuando conocimos a la mencionada gimnasta, nos consta, es de una condición atlética que impresiona. El desarrollo muscular llamó mi atención en función de lo que implica realizar la actividad que se requiere para efectuar los ejercicios. Ver la gimnasia en vivo, es muy distinto a apreciarla por televisión. No se trata de defender a Alexa Moreno diciendo que es delgada. Eso, quien conozca el tipo de trabajo diario que se requiere, sabe que no puede acumular grasa alguien que practica diariamente durante las horas que se realiza.
Podría argumentar algo que se dice con frecuencia en alusión a que la televisión hace que las personas se vean de mayor peso. Pero ese no es el punto, sino la forma en que se expresa una relación entre expectativa y realidad y sobre todo, qué se espera que sea aquello que nos representa. La manera en que escribieron los autores de los textos en ese sentido, nos dice que mucho se debe efectuar en temas elementales de respeto a cualquier condición humana, sin la alusión directa a la atleta mencionada. El caso también demuestra que las redes sociales nos permiten conocer un país con resentimientos no resueltos, quizá porque no se han discutido lo suficiente.
