Las carreras de caballos se suspendieron en el hipódromo de Palermo después de que la policía italiana investigara la actividad de la mafia y descubriera el juego ilegal y la evidencia de que los jefes de la Cosa Nostra estaban manipulando las carreras.
La orden, desde la jefatura de la prefectura de Palermo, Antonella De Miro, siguió a los arrestos a principios de diciembre de 25 personas vinculadas a los clanes de Resuttana-San Lorenzo que revelaron el grado de participación de la mafia en las carreras de caballos.
“Estamos en presencia de un sistema de acondicionamiento e infiltración de la mafia”, dijo De Miro. La carrera de 15,000 personas, con establos que pueden albergar 400 caballos, ahora está vacía, con carreras suspendidas hasta nuevo aviso y la compañía de gestión despojada de su oferta.
Los arrestos han revelado que la mafia siciliana está tan involucrada en las carreras en pista como en las carreras callejeras ilegales, donde los caballos drogados y maltratados se ven obligados a correr hasta el agotamiento ya que se apuestan miles de euros por los ganadores.
Uno de los asistentes más frecuentes fue el jefe del clan Resuttana, Giovanni Niosi, propietario de algunos de los caballos que corrieron en el Ippodromo La Favorita, construido en 1953 en el parque urbano más grande de Palermo, y le encantaba rodearse de jinetes que a menudo pidió favores y dinero.
“Pero también hubo jinetes que no se doblegaron a las exigencias del jefe que les ordenó perder”, dijo Vito Galatolo, un ex mafioso de Palermo convertido en supergrass, a los investigadores. “Cuando eso sucedió, los matones del clan los patearon y los golpearon, hasta que se vieron obligados a rendirse”.
Ciro Troiano, jefe del Servicio Nacional de Guardianes de Animales de LAV, una de las principales organizaciones de derechos de los animales de Italia, dijo que no sorprendió que la mafia estuviera involucrada en las carreras de caballos.
“Las mafias siciliana, napolitana y calabria han tenido en sus manos el manejo de las apuestas ilegales durante décadas. Y esto, desafortunadamente, no solo ocurre en las carreras dentro de las pistas de carreras oficiales, sino también en aquellas que los mafiosos organizan diariamente en el asfalto “.
Con información de The Guardian
