Palestina amenazó el sábado con suspender todas las comunicaciones con Estados Unidos si la administración Trump cumple con los planes de cerrar su oficina diplomática en Washington. La posible ruptura de las relaciones amenaza con socavar la apuesta de Donald Trump por la paz en Oriente Medio, una misión que le ha encomendado a su yerno, Jared Kushner.
El negociador palestino Saeb Erekat dijo que la decisión de Estados Unidos era “muy desafortunada e inaceptable” y acusó a Washington de someterse a la presión del gobierno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu “en un momento en que intentamos cooperar para lograr el acuerdo definitivo”.
En una declaración en video en las redes sociales, Erekat dijo: “Pondremos en espera todas nuestras comunicaciones con esta administración estadounidense”.
No hubo una reacción inmediata por parte de la administración Trump. La oficina de Netanyahu dijo que el cierre era “una cuestión de derecho estadounidense”.
Los funcionarios estadounidenses habían insistido antes de la declaración de Erekat en que la medida no tenía como objetivo aumentar la influencia sobre los palestinos, sino simplemente la consecuencia inevitable de la ley estadounidense.
El gobierno anunció el viernes por la noche que los palestinos se han enfrentado a una disposición legal que dice que la Organización de Liberación de Palestina (OLP) no puede operar una oficina en Washington si los palestinos intentan que la corte penal internacional enjuicie a israelíes por crímenes contra los palestinos.
El secretario de Estado Rex Tillerson determinó que los palestinos cruzaron esa línea en septiembre, cuando el presidente palestino Mahmoud Abbas llamó al tribunal a investigar y enjuiciar a los israelíes, según funcionarios del departamento de estado. No estaban autorizados a discutir públicamente la situación y hablaron bajo condición de anonimato.
No estaba claro cuándo se cerraría la oficina o si los palestinos tendrían que salir del edificio por completo o simplemente cerrarlo al público.
Según la ley, Trump ahora tiene 90 días para considerar si los palestinos están en “negociaciones directas y significativas con Israel”. Si Trump determina que lo son, entonces la misión puede reabrir, dijeron las autoridades.
Con información de The Guardian
