Se espera que el presidente de Palestina, Mahmoud Abbas, rechace una invitación para reunirse con Donald Trump en Washington, en medio de un fuerte consenso emergente entre los principales asesores de que “no hay condiciones” para el diálogo tras el reconocimiento formal por parte del presidente estadounidense de Jerusalén como capital de Israel.
La cuestión de cuál es la mejor forma de responder al anuncio de Trump está en el centro de una serie de reuniones de emergencia de altos líderes palestinos, que comenzaron el sábado. Se espera que concluyan a principios de la próxima semana con una rara reunión del consejo central de la OLP, y ya han llegado a la conclusión de que Abbas no debería reunirse con el vicepresidente Mike Pence cuando visite Israel y Palestina justo antes de Navidad.
Confirmando la decisión de que Abbas no se reuniría con Pence, el ministro de Relaciones Exteriores palestino, Riyad al-Maliki, dijo que los palestinos también buscarán votos sobre las resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU y en la Liga Árabe. Aunque EE. UU. Tiene un veto en el consejo de seguridad, el apoyo para redactar una resolución se considerará como una presión para EE. UU.
Las tensas deliberaciones palestinas, que tienen lugar en medio de la ira musulmana e internacional sobre la decisión unilateral de Trump de romper el consenso diplomático internacional, se producen cuando fuentes médicas palestinas confirmaron que dos miembros de Hamas murieron en un ataque aéreo israelí tras un lanzamiento de misiles desde Gaza. elevando el número de muertos en los últimos dos días a cuatro.
Sin embargo, a pesar de la furia generalizada, el líder palestino se ha visto atrapado entre su ansiedad por evitar una escalada de violencia, en medio de pedidos de una nueva intifada (o levantamiento) y su necesidad de dar una respuesta significativa.
Pero en un impulso para Abbas, el turco Recep Tayyip Erdoğan y el francés Emmanuel Macron acordaron que trabajarían juntos para tratar de persuadir a los Estados Unidos para que reconsideren su decisión, luego de una llamada telefónica que se enfoca en los riesgos para la estabilidad en la región.
La conversación entre Erdoğan y Macron siguió de cerca a una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU en la que un Estados Unidos aislado luchaba por defender las acusaciones de los países europeos de que su acción violaba las resoluciones de la ONU.
Con información de The Guardian
