El Papa Francisco sale de Roma este fin de semana para realizar una gira por Chile y Perú en medio de renovadas acusaciones de que no aborda las acusaciones de abuso sexual clerical luego de los escándalos en ambos países.
La visita se produce mientras el Papa busca apuntalar la fe de la iglesia católica contra la pérdida de seguidores en dos de las naciones más conservadoras de Sudamérica.
Durante la visita de una semana, el Papa también viajará a la ciudad amazónica de Puerto Maldonado en Perú, donde se reunirá con líderes indígenas y se espera que amplíe el mensaje ambiental de su encíclica de 2015 sobre el cambio climático.
Pero es probable que la gira se vea ensombrecida por el tema del abuso sexual dentro de la iglesia.
A principios de esta semana, el Vaticano se hizo cargo de una secta católica con sede en Perú cuyo fundador ha sido acusado de abuso sexual y psicológico. Mientras tanto, en Chile, donde el Papa llega el lunes, los activistas han prometido protestar todos los días de la visita por su nombramiento en 2015 de un obispo acusado de encubrir a uno de los pedófilos más notorios del país.
El miércoles, el Vaticano dijo que había nombrado un comisionado para supervisar el movimiento católico laico Sodalitium de Vida Cristiana, semanas después de que los fiscales peruanos anunciaron que buscaban el arresto por abuso sexual, físico y psicológico del fundador del grupo, Luis Fernando Figari. y otros cinco miembros
El Papa había mostrado “atención particular a la gravedad de la información”, agregó el comunicado.
Pero Pedro Salinas, un autor y ex miembro de Sodalitium que primero dio a conocer las acusaciones de abuso, lo llamó una “maniobra sensacionalista” antes del viaje.
Figari se mudó a Roma en 2010, años después de que surgieran las acusaciones de abuso en el grupo, y el Vaticano abrió una investigación en 2016. “Es otro síntoma del desdén y la apatía con que el Sumo Pontífice se acerca al principal mal que aflige al católico iglesia “, dijo Salinas.
Los grupos de víctimas en Chile y Perú han invitado a prominentes activistas contra el abuso infantil dentro de la Iglesia Católica a unirse a ellos durante la visita del pontífice.
Con información de The Guardian
