Mientras los 1,500 delegados se dirigían a la ciudad rusa de Sochi para asistir a una conferencia anunciada como un primer paso para las conversaciones de paz en Siria, faltaba un importante agente de poder, los EEUU.
Las conversaciones de paz de Sochi, mediadas por Rusia, Turquía e Irán, colapsaron y Siria dio otro sangriento giro en su intratable conflicto. Pocos en la oposición siria tienen la ilusión de que ellos o el régimen de Bashar al-Assad tengan voz en lo que sucederá después.
Pero incluso mientras esos tres poderes, con botas en el suelo, contemplan su próximo movimiento, EEUU ha acumulado silenciosamente su presencia en el norte y el este de Siria, una fuerza militar aumentada por milicias kurdas y árabes, así como un ejercicio de construcción nacional. en áreas liberadas del Estado Islámico.
Han labrado un tramo de territorio al este del Eufrates y al sur hacia la frontera iraquí, tal como lo han hecho otras potencias regionales. Turquía y sus representantes ahora controlan el área al norte de Alepo, mientras que Rusia e Irán se disputan la influencia en el centro de Siria y cerca de la frontera con Israel.
Pero aunque la presencia de EEUU ha tranquilizado a aliados como Arabia Saudita e Israel, que respaldan esa presencia a largo plazo en la zona, ha alarmado a Turquía, que teme que la dependencia de los Estados Unidos de las milicias kurdas para liderar dicho esfuerzo perjudique la seguridad fronteriza turca. .
También corre el riesgo de solidificar las divisiones dentro de Siria, creando un espacio más allá del control de cualquier futuro gobierno sirio y bajo un paraguas de seguridad estadounidense, haciendo que la perspectiva de un acuerdo de paz y una Siria unificada estén más lejos que nunca.
“Los lineamientos más generales están ahí”, dijo una fuente siria que trabaja con Estados Unidos en la provincia de Raqqa, que alguna vez fue la capital de Isis en Siria.
“Una solución política en Siria será en la forma de un acuerdo entre los estados, donde los estadounidenses acuerden con los rusos, los turcos, los iraníes y los países del Golfo sobre quién conservará su influencia en las diversas regiones”, dijo. “Una vez que el pastel esté dividido, habrá una solución política en Siria”.
Con información de The Guardian
