Hasta un 40% del territorio mexicano está preso de la inseguridad y la violencia crónicas, ha afirmado Alfonso Romo, el futuro jefe de gabinete de Andrés Manuel López Obrador.
Romo, un prominente empresario que fue parte del triunfo electoral de la izquierda la semana pasada, hizo la afirmación durante una cumbre de líderes empresariales el lunes en Ciudad de México.
“Veracruz está paralizado. Tamaulipas, paralizado; Michoacán, paralizado. Guerrero, paralizado “, dijo Romo, refiriéndose a cuatro de los estados más notoriamente violentos en un país que el año pasado sufrió un récord de 29,000 asesinatos.
“No voy a continuar, para no asustarlos”, agregó Romo, según el periódico Unomásuno, que publicó el reclamo ampliamente divulgado en su portada bajo el brillante titular: “Paralizado por la inseguridad”.
López Obrador, convirtió la violencia en un punto clave de su tercer intento presidencial y su promesa de “pacificar” a México le ayudó a obtener más de 30 millones de votos.
Amlo ha prometido repensar la devastadora y altamente militarizada guerra contra las drogas de México -que los expertos atribuyen a al menos 200,000 muertes desde 2006- y ser duros con las causas sociales del crimen.
En entrevistas esta semana, el futuro jefe de seguridad pública de López Obrador, Alfonso Durazo, dijo que los planes para reducir la violencia incluyen aumentar los salarios de la policía, erradicar la corrupción, considerar la despenalización de la marihuana y una amnistía para delincuentes de bajo nivel y poner mayor énfasis en la prevención del crimen.
“La situación en la que nos encontramos no ocurrió de la noche a la mañana … y como resultado no vamos a resolverlo de la noche a la mañana”, admitió Durazo. Pero para el final del mandato de seis años de Amlo, en 2024, México volvería a ser “un país de paz y tranquilidad”, predijo.
Con información de The Guardian
