“Si hay que pasar a mejor vida, tiene que ser en ésta”: Juan Gabriel (1950-2016)

CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Del pequeñín casi huérfano y humilde, al gran cantante, compositor prolífico y showman más querido de la segunda mitad del siglo XX en nuestro país, Juan Gabriel o Juanga, el popular Divo de Juárez, quien falleció el domingo pasado a los 66 años de edad a causa de un infarto, decía que trascender estaba por encima de cualquier cosa, incluso sus preferencias sexuales.

“Dicen que lo que se ve no se pregunta”, respondió Alberto Aguilera Valadez (su nombre real) cuando Fernando del Rincón en 2002 –en una entrevista de poco más de 35 minutos que fue transmitida en el programa Primer Impacto con el título “La verdad de Juan Gabriel”– cuestionó la homosexualidad de un apacible y risueño Juan Gabriel.

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Como parte de esa respuesta, el nacido en Parácuaro, Michoacán, un 7 de enero de 1950, le aclaró, además, sin perder la compostura:

“Si usted es guapo, y está joven y está divino, pues siempre van a decir eso, que usted es gay.”

Rincón, visiblemente apenado, trató de suavizar el momento diciéndole “veo a un cantante, a un triunfador”, a lo que el recién fallecido compositor resaltó:

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“Eso es lo más importante. Porque uno no vale por las personalidades que otras gentes puedan achacar, que si esto y que l’otro… Porque ¡hombre!, todo lo que uno hace es lo que se queda, lo que vale. Los hechos son los más importantes… trascender”.

Y remató el tema al enfatizar:

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“No tengo por qué decir una cosa que a usted, como a muchas personas, no les interesa”, defendiéndose al respecto y evitando satisfacer una curiosidad de la gente que a su juicio era sólo parte de un juego televisivo que buscaba captar rating.

También habló de sus demonios y sus bendiciones, del trabajo y hasta la muerte, sin tocar el asunto como tal:

“Yo he aprendido durante la vida que estoy en el infierno y hago mi propia gloria. También he visto que estoy en la gloria y a lo mejor también hago mi propio infierno, pero no me llevo a alguien entre las patas.

“Yo no soy mentiroso, lo que yo digo es lo que siento. Les guste o no les guste. Pero hay algo también como ser humano que quiero decir: que la vida es una y hay que vivirla. Y que si hay que pasar a mejor vida, pues tiene que ser en ésta.

“Que se preocupen mucho por sus vidas y dejen vivir a los demás.”

https://www.youtube.com/watch?v=-mycV7ipOPw

Historias extraordinarias

Alberto había sido bautizado así en honor a Albertico Limonta, un personaje de la radionovela cubana de XEW El Derecho de Nacer. Contaba con 66 años de edad al fallecer este domingo 28 en su casa de Santa Mónica, California, a causa de un infarto, mientras se hallaba de gira en ese país como parte del “Tour MéXXico es todo”.

Sus discos Dúos, Dúos 2 y De etiqueta se encuentran en el Top 10 de los más vendidos del país actualmente.

Y de acuerdo con la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), Juan Gabriel fue uno de los artistas que más peleó y defendió los derechos del compositor; también uno de los que mayor cantidad de canciones tiene registradas y máximos ingresos recibe por concepto de regalías, conforme la página web de la SACM. Ahí, como parte del perfil del cantante se leen unas palabras de sí mismo en torno a lo que a su juicio significaban los homenajes:

“No estoy en contra de los homenajes, aunque yo prefiero los reconocimientos, y creo que a cualquiera le gusta que le reconozcan su trabajo. El reconocimiento que más me gusta y más aprecio, es el que me hace la gente cuando salgo a la calle, me dan sus bendiciones y dicen que Dios quiere que me vaya bien y me que me cuide mucho. Me dicen que les gustan mis canciones y me quieren, ese es el mayor reconocimiento. No creo que exista otro mejor.

“Lo mío es componer, cantar, escribir, improvisar en el escenario. Y para meterme de lleno en un estudio, sólo puedo hacerlo de cuando en cuando. Para poder escribir una canción, no necesito de un lugar especial. Sólo es cuestión de ponerme a escribir y ya. No soy de los autores, como he escuchado por ahí, que se sobresaltan de repente cuando están dormidos. Yo, al igual que me siento a dormir, me siento a escribir y me dedico exclusivamente a ello. Así, cuando como, no escribo ni duermo; y cuando duermo, no como ni escribo. Entonces, cuando escribo, no como ni duermo”.

Su retiro durante ocho años, declaró en el verano de 1994 al reportero Roberto Ponce, de Proceso, se debió a que habían terminado los problemas para recuperar su patrimonio ante la SACM y la Asociación Nacional de Autores (ANDA).

Amante de la numerología, mencionó asimismo que su verdadero nombre tiene 7 letras, y que nació un 7 de enero; que cada canción de su álbum Gracias por esperar correspondía a cada letra de su nombre artístico: Juan Gabriel. Y que había decidido presentar su disco con luna llena en Los Cabos, Baja California Sur, “porque yo siempre he sido un lunático. Mi primer nombre fue Adán Luna, Adán por ser el primero y además, porque significa: nada, y aparte, yo nací de una victoria: mi madre se llamaba Victoria…”

Se declaró orgullosamente mexicano:

“Entre mexicanos no debe haber problemas. Competir conmigo mismo es leal, en el arte no debe haber competencia. Porque yo no me enamoro mejor que el señor José Alfredo Jiménez ni que el señor Armando Manzanero. Todo mundo tiene su lugar y lo debe conservar.”

Cierta vez, “durante un homenaje en la Sociedad de Compositores”, le preguntaron qué sentía que estando vivo le llevara mucha ventaja a Agustín Lara o José Alfredo Jiménez y Armando Manzanero, por ganar más dinero que ellos.

“Yo hasta hace poco conocí eso de las competencias, porque a mí siempre me han merecido un gran respeto, y parte de ellos también soy, de Tata Nacho, Manzanero, José Alfredo, Gabriel Ruiz, Guty Cárdenas…”

El éxito, recalcó, es merecimiento propio.

“Pero es muy importante ser agradecido, como yo lo estoy con todos mis intérpretes.”

Le preguntaron dónde había compuesto “Pero qué necesidad”

“Bueno, ‘Pero qué necesidad’ la escribí en Los Angeles, California, cuando estuve viviendo allí, por cierto que se me cayó mi casa con el temblor, y yo dije: “Bueno, ¿pero qué necesidad?”. Pero no fue por eso porque la escribí, ya la había escrito antes. La escribí hace como un año, en 1993, si me hubiera preguntado usted hace un año, le hubiera contestado mejor, ya no me acuerdo.”

El sitio oficial del ídolo amaneció de luto desde el gris domingo 28 de agosto, anunciando:

“Alberto Aguilera Valadez, Juan Gabriel, falleció repentinamente el día de hoy como se ha informado ampliamente. Juan Gabriel fue un gigante en la industria de la música y es tan popular ahora como siempre. Igual de importante, Juan Gabriel era un padre y abuelo querido. Le sobreviven sus hijos y nietos.”

El hijo de Juan Gabriel, Iván Aguilera declaró:

“La muerte prematura de mi padre es una trágica pérdida para todos nosotros, su familia, compañeros y aficionados por igual. Damos gracias de corazón por el derramamiento de pésames que hemos recibido de todo el mundo, incluyendo al presidente Enrique Peña Nieto. Sabemos que nuestro padre siempre vivirá eternamente en sus innumerables fans, que lo llenaron tremendamente de alegría en vida.”

Y el aviso en internet rezaba finalmente:

“La familia dará a conocer más detalles sobre la muerte de nuestra estrella en los próximos días. Mientras tanto, la familia pide respetuosamente a los fans de Juan Gabriel y a los medios de comunicación de todo el mundo, les permitan este tiempo para llorar la pérdida del señor Alberto Aguilera Valadez.”