España estará liderada por un gobierno de coalición por primera vez en 80 años después de que el primer ministro en funciones, Pedro Sánchez, obtuviera por poco la aprobación parlamentaria de una administración conjunta entre su partido socialista y la alianza anti austeridad Unidas Podemos.
La votación de investidura del martes, que Sánchez ganó por 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, pone fin a los nueve meses de estancamiento político resultante de dos elecciones generales no concluyentes el año pasado.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez, que terminó primero en ambas elecciones pero no alcanzó la mayoría en cada ocasión, se movió rápidamente para llegar a un pacto de gobierno con Unidas Podemos después de la encuesta en noviembre.
La clave de la apretada victoria de Sánchez fue la abstención del partido independentista republicano catalán de izquierda (ERC), que acordó no participar en la votación de investidura después de que Sánchez prometió encontrar una solución al “conflicto político” que ha perseguido a España desde la región separatista de Cataluña. El gobierno intentó separarse en 2017.
Sánchez y su partido han insistido en que las negociaciones deberán respetar la constitución y han enfatizado su compromiso de mantener la unidad territorial de España.
El ERC pronto dejó muy en claro que el nuevo gobierno central no debería dar por sentado su apoyo, y la diputada Montserrat Bassa le dijo al Congreso que “no le importaba la gobernabilidad de España”.
La hermana de Bassa, Dolors Bassa, fue una de las líderes catalanas encarceladas en octubre por la Corte Suprema de España por sus papeles en el fallido impulso por la independencia regional en otoño de 2017. Sin embargo, el ERC mantuvo su palabra y se abstuvo de votar a la hora del almuerzo.
El PSOE y Unidas Podemos han prometido que su gobierno conjunto aumentará el salario mínimo, aumentará los impuestos a las personas con mayores ingresos y las grandes empresas, y revisará algunos de los cambios laborales introducidos hace ocho años cuando el conservador Partido Popular (PP) estaba en el poder.
En un tweet enviado después de la votación, Sánchez escribió: “Con el gobierno de coalición progresista, España está entrando en un momento para la defensa del diálogo y la política útil. Un gobierno para todas las personas que amplía los derechos, restaura la coexistencia y lucha por la justicia social. Hoy es el amanecer de un tiempo de moderación, progreso y esperanza “.
Los opositores de Sánchez argumentan que su “gobierno de Frankenstein” estará demasiado en deuda con los separatistas catalanes y representa una amenaza existencial para la unidad nacional de España.
