Más de 16,000 trabajadores de Pemex podrían perder sus empleos este año como parte de las medidas de reducción de costos en la asediada empresa petrolera estatal.
Pemex dijo en un documento presupuestario de 2019 que estaba pronosticando ajustes en el tamaño de su fuerza laboral para reducir costos.
La compañía estatal planeaba operar este año con 111,855 empleados, pero terminó 2018 con 128,021 trabajadores, 16,166 más que el número para el que se presupuestó.
La junta de Pemex estableció un tope presupuestario de 90.830 millones de pesos en 2019 para pagar los salarios y beneficios a los trabajadores actuales y las pensiones a los jubilados, 3.000 millones de pesos menos que el año pasado.
Otras medidas de reducción de costos planeadas por la empresa incluyen reducir el número de viajes realizados por los empleados para asistir a conferencias y reuniones, eliminar los viajes aéreos en primera clase y las clases de negocios, instalar luces con sensores de movimiento en sus instalaciones y suspender el programa de arrendamiento de vehículos por alto rango funcionarios
Pemex tiene una deuda de más de US $ 100 mil millones y su producción de petróleo ha disminuido durante años.
Para reducir su carga financiera y fortalecer su capacidad para invertir en exploración y producción, el presidente López Obrador anunció el mes pasado un paquete de rescate de 107,000 millones de pesos (5,500 millones de dólares) para Pemex.
El presidente dijo que la empresa estatal recibirá una inyección de efectivo, su carga fiscal se reducirá y se limpiará de corrupción.
Sin embargo, las instituciones financieras rechazaron el paquete de rescate, describiéndolo como insuficiente y decepcionante, mientras que Fitch Ratings advirtió que no aísla a la petrolera estatal contra futuros recortes a su calificación crediticia.
Ahora hay informes de que tres miembros de la junta independiente planean renunciar porque no están de acuerdo con la estrategia de López Obrador para administrar la compañía.
The Wall Street Journal dijo en un informe publicado hoy que los miembros de la junta, María Teresa Fernández, Carlos Elizondo y Octavio Pastrana planean dejar la compañía en unas semanas.
Las fuentes dijeron al periódico que los tres miembros de la junta “han crecido cada vez más en desacuerdo con la estrategia del gobierno”.
Una preocupación es que el gobierno de López Obrador no proporcionó un análisis técnico a la junta directiva de la nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, para respaldar la rentabilidad del proyecto.
Ya hay dos puestos vacantes en la junta de 10 personas que aprueban el plan de negocios de Pemex, lo que significa que el gobierno podría designar a los cinco nuevos miembros independientes de la junta.
Los otros cinco puestos de la junta son ocupados por los secretarios de energía y finanzas y otros funcionarios del gobierno.
El diario dijo que las tres salidas inminentes podrían darle a López Obrador un “control más estricto sobre Pemex mientras busca apuntalar el papel dominante de la empresa estatal en una industria petrolera que se abrió a la inversión privada y extranjera en 2013 como parte de un amplio sector energético. revisión a la que se opuso.
