Funcionarios del Sistema Penitenciario pretendieron hacer pasar el asesinato de un reo como una intoxicación alimentaria.
TIJUANA, Baja California.- Cuando la señora Isela Verdugo recibió la terrible noticia de la muerte de su hijo, Manuel Alfredo Verdugo Heras, mientras estaba preso en el penal de La Mesa, los funcionarios del Sistema Penitenciario le aseguraron que el hombre –de apenas 36 años– tras comer un supuesto ceviche en mal estado.
Sin embargo, marcas de golpes en la cara y en el cuello de su hijo levantaron sospechas; y la conclusión final del Servicio Médico Forense (Semefo) terminó por confirmarlas: Manuel Alfredo murió estrangulado.
El acta de defunción asegura que la causa de muerte fue “anoxemia por broncoaspiración secundaria a maniobras de estrangulación”, una causa de muerte muy distinta a la supuesta intoxicación alimentaria, y que presenta la probabilidad de que el hombre haya sido asesinado.
Por su parte, la señora Isela afirmó que los seis compañeros celda de su hijo han sido aislados a un lugar de protección dentro del mismo penal, y que la Fiscalía Estatal no les ha entregado copia de la investigación que se lleva a cabo, por lo que teme que el caso esté siento enterrado por las autoridades estatales, quienes no han hecho ningún pronunciamiento al respecto.
Manuel Alfredo, quien estaba preso desde el pasado mes de noviembre por robo simple en una joyería de la ciudad, no tenía ninguna conexión aparente con el narcotráfico o con el crimen organizado, por lo que se presume que el torpe encubrimiento del crimen podría buscar proteger a personal del penal.
Además de su madre, el preso presuntamente asesinado dejó esposa y dos hijos menores de edad.
