Las narices de los perros son capaces de detectar cientos de cosas, sesde bombas y sustancias ilegales hasta cáncer y otras enfermedades graves, y averiguar cómo se pueden utilizar en terapias medicinales podría tener un gran impacto en la salud.
En esa misma línea, los perros también pueden ayudar a combatir el covid-19. Según un nuevo artículo de revisión, varios estudios sugieren que los perros pueden ser mejores en las pruebas de covid-19 que incluso las pruebas de PCR actuales.
Los perros de detección de olores se podrían desplegar fácilmente en hospitales para realizar pruebas rápidas con un esfuerzo mínimo, acelerando la tasa de seguimiento global de COVID-19 durante la pandemia en curso.
La revisión se publicó en la revista Journal of the American Osteopathic Association.
“Los perros ‘ven’ el mundo en gran medida con la nariz en lugar de con los ojos. Los perros pueden sentir una amplia gama de moléculas en concentraciones extremadamente pequeñas, una parte en un billón en comparación con una parte en mil millones para los humanos, en parte debido a la forma de la cabeza (es decir, los perros, con algunas razas excepcionales, tienen narices más prominentes )”, explicó el autor del estudio, el profesor Tommy Dickey.
Las pruebas de diagnóstico actuales implican hisopos nasales invasivos, o incluso hisopos anales en algunos países, que luego se envían para pruebas de PCR. Esto requiere tiempo, laboratorios establecidos para realizar pruebas y un sistema de logística eficiente para procesar muchas muestras a la vez, por lo que muchos acogerían con agrado un sistema más eficiente.
La revisión, que abarca cuatro artículos revisados por pares, tuvo como objetivo resumir toda la investigación disponible sobre la legitimidad de los perros usando su olfato contra el covid-19.
Los perros tienen un sentido del olfato increíblemente agudo, uno tan perfeccionado que puede detectar compuestos orgánicos volátiles (COV) en una fracción de la concentración que los humanos.
Si bien no se sabe exactamente qué huelen los perros, sus narices pueden detectar el cáncer y otras enfermedades con gran precisión, probablemente debido a compuestos liberados en los fluidos corporales o la sangre de los pacientes afectados.
En el primer estudio, realizado por Grandjean et al., Incluyó ocho perros de olor entrenados previamente para el cáncer y los explosivos. Se utilizaron 198 muestras de axilas de pacientes de hospitales, mezcladas con muestras de control.
Sorprendentemente, los perros tuvieron una tasa de éxito de entre el 83 y el 100 por ciento, y algunos incluso identificaron muestras que los investigadores pensaron que eran negativas pero que luego fueron ingresadas en el hospital.
Los estudios restantes variaron en metodología, pero dos de ellos proporcionaron una sensibilidad del 94 y 95.5 por ciento, y el último está en curso.
Los perros olfativos requieren pruebas más extensas, con resultados que varían entre perros, pero proporcionan una vía prometedora para el diagnóstico de COVID-19.
La investigación continúa analizando su eficacia, y con grandes estudios en curso, es posible que los perros se desplieguen para pruebas a gran escala en áreas concurridas en un futuro próximo.
Con información de IFL Science
