El ex presidente de Perú, Alan García, murió luego de dispararse en la cabeza mientras la policía trataba de arrestarlo en relación con un escándalo de corrupción en América Latina de miles de millones de dólares.
“Me entristece la muerte del ex presidente Alan García”, tuiteó el actual presidente del país, Martín Vizcarra, confirmando la noticia. “Le envío mis condolencias a su familia y seres queridos”.
Anteriormente, el abogado de García, Erasmo Reyna, dijo a los medios locales que su cliente “tomó la decisión de dispararse” el miércoles temprano, luego de que los oficiales llegaron a su casa en la capital, Lima, para ponerlo bajo detención preventiva.
El ministro del interior de Perú, Carlos Morán, dijo a los periodistas que García había dicho a los oficiales de policía que iba a llamar a su abogado y que se había “encerrado en su habitación” antes de que se escuchara el disparo.
El político de 69 años, quien se enfrentó a acusaciones de haber aceptado sobornos del gigante de la construcción brasileño Odebrecht durante su presidencia 2006-2011, fue ingresado en un hospital cercano poco después, a las 6.45 de la mañana, con una herida de bala en la cabeza.
Antes de que se confirmara su muerte, el ministro de salud de Perú, Zulema Tomás, dijo a los reporteros que García estaba en una condición “muy grave” y que había sufrido tres ataques cardíacos por los cuales había sido reanimado. Un equipo médico de 27 integrantes, incluidos neurocirujanos y especialistas en cuidados intensivos, luchaba para salvar la vida del ex presidente.
“Este es un día de duelo nacional”, dijo Alberto Quintanilla, un congresista de izquierda, a la televisión local luego de confirmar la muerte de García.
“El Perú está de luto. Nuestro sistema político está de luto y nosotros … expresamos solidaridad con la familia … Lo que sucedió es muy lamentable “.
García es uno de los cuatro ex presidentes peruanos que se vieron envueltos en el vasto escándalo de Odebrecht, mediante el cual se pagaron sobornos multimillonarios para asegurar contratos de construcción en toda la región, junto con Pedro Pablo Kuczynski, Ollanta Humala y Alejandro Toledo.
La semana pasada, un juez ordenó que Kuczynski fuera puesto bajo custodia preventiva durante 10 días como parte de una investigación de lavado de dinero. Conocido como PPK, Kuczynski lideró a Perú desde 2016 hasta que renunció en marzo pasado antes de un movimiento del Congreso para impugnarlo por vínculos con Odebrecht.
García se desempeñó como presidente durante dos mandatos, de 1985 a 1990 y luego de 2006 a 2011, y es uno de los políticos más destacados de Perú. Rechazó las acusaciones de irregularidades y se pintó a sí mismo como víctima de la persecución política. El año pasado solicitó sin éxito asilo político en Uruguay después de buscar refugio en su embajada en Lima.
“Nunca me he vendido y esto se ha demostrado”, escribió García el martes.
El intento de arrestar a García se produjo días después de que una investigación reveló que su secretario personal, Luis Nava, supuestamente había recibido $ 4 millones del departamento de sobornos de Odebrecht.
En una entrevista el martes, García dijo que rechazó “enfáticamente” las acusaciones contra él que calificó de “especulaciones” y “asesinato moral”.
