El presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha pedido a los legisladores que permitan que las tropas vuelvan a las calles para defender la infraestructura pública clave, a pesar de los nuevos informes de abusos “graves” por parte de las fuerzas de seguridad durante cinco semanas de disturbios.
Las continuas protestas en Chile por la desigualdad y el déficit en algunos servicios sociales han dejado al menos 26 muertos y miles de heridos. También han obstaculizado el sistema de transporte público de la capital, que alguna vez fue la envidia de América Latina, y causaron miles de millones en pérdidas para las empresas privadas.
Los disturbios han estallado en países de América Latina, incluidos Colombia, Ecuador y Bolivia en las últimas semanas, ya que los disturbios regionales se han convertido en violencia y demandas de reformas de base amplia.
Piñera envió un proyecto de ley al Congreso el martes por la mañana para permitir que los militares protejan las líneas de transmisión, las plantas eléctricas, los aeropuertos, los hospitales y otras infraestructuras públicas para garantizar los “servicios básicos”.
Dijo que la medida “liberaría la fuerza policial … para proteger la seguridad de nuestros ciudadanos”.
El anuncio de Piñera se produjo poco después de que el grupo internacional de derechos humanos Human Rights Watch dijo en un informe que la policía golpeó brutalmente a los manifestantes, les disparó cartuchos de gas lacrimógeno directamente y atropelló a algunos con vehículos oficiales o motocicletas.
“Hay cientos de informes preocupantes de fuerza excesiva en las calles y abuso de detenidos”, dijo José Miguel Vivanco, director de la división de América de Human Rights Watch, luego de reunirse con Piñera el martes.
El grupo no llegó a alegar que los abusos habían sido sistemáticos, pero sus conclusiones estaban en línea con un informe de Amnistía Internacional la semana pasada sobre la gravedad de muchas violaciones. Más de 200 chilenos han sufrido graves lesiones oculares en enfrentamientos con la policía con balas de goma.
Human Rights Watch y Amnistía Internacional han recomendado una revisión inmediata de los protocolos policiales y las medidas de responsabilidad para abordar las crecientes denuncias de abuso. Funcionarios policiales y militares han dicho que cualquier caso de presunto abuso está siendo investigado por tribunales civiles.
Los bloqueos de carreteras enredaron el tráfico alrededor de la capital chilena, Santiago, el martes alrededor del mediodía, mientras los manifestantes armaban barricadas en las principales calles y autopistas de la ciudad.
