Placenta previa requiere de atención especial

Considerada como una de las principales causas de hemorragia antes del parto, la placenta previa implica un crecimiento desproporcionado en la parte más baja de la matriz que suele impedir la salida del feto a través del canal de parto, debido a la obstrucción.

La doctora Imna Edith Arce Pacori directora de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada, señaló que cuando se presenta esta problemática, es importante incrementar los cuidados y reducir actividades, con reposo en cama.

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Detalló que el síntoma principal es un sangrado vaginal súbito muy intenso y cólicos. Comienza cerca del final del segundo trimestre o empezando al iniciar el tercero.

Explicó que es más común en mujeres que tienen alguna malformación congénita en el útero y multiparidad; también ocurre en aquellas con antecedentes de cirugías, fertilización in vitro, fumadoras o edad avanzada.

Señaló que en un embarazo normal la placenta se mueve a medida que el útero se estira y crece, al inicio del embarazo es muy común que se encuentre en la parte baja del útero. En algunas ocasiones no se desplaza y llega a cubrir en su mayoría el cuello uterino o una parte del mismo, lo que ocasiona que la mayoría de quienes la padecen requieran de cesárea.

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En cuanto a los riesgos, advirtió que el principal es un sangrado intenso, lo que eventualmente ocasione nacimiento prematuro con los riesgos que éste conlleva.

Es importante, dijo, tener cuidados prenatales para evitar consecuencias, así como reducir actividades, guardar reposo en cama, descanso de la pelvis y evitar las duchas vaginales y la utilización de tampones.