Pemex no solo ha sido saqueado en tierra en los últimos años a través de tomass ilegales en sus oleoductos, sino también en las plataformas petroleras del golfo.
Los ataques de piratas en las plataformas de perforación de la compañía petrolera estatal en el sur del Golfo de México se multiplicaron por cuatro en los últimos tres años, según documentos desclasificados vistos por el periódico Milenio.
En 2016, hubo 48 actos de piratería en la Bahía de Campeche y frente a la costa de Tabasco, pero el año pasado la cantidad de ataques en las plataformas marinas de Pemex se elevó a 197, un aumento del 310%. En 2017, hubo 147 ataques.
El aumento de la incidencia del delito se ha producido a pesar de los esfuerzos de Pemex para prevenirlo, incluido el establecimiento de un acuerdo con la marina para ayudar a proteger las plataformas.
Según los relatos de los pescadores locales, los piratas de hoy en día viajan en botes rápidos a las plataformas de perforación, los abordan, amenazan a los trabajadores con armas y cuchillos y luego roban objetos de valor que incluyen equipo especializado y materiales de construcción.
Entre los botines piratas se encuentran equipos de perforación, instrumentos de medición, baterías, trajes de lucha contra incendios y buceo, cables metálicos, placas de piso de aluminio antideslizantes, mangueras, escaleras, iluminación, válvulas de compuerta, vigas metálicas e incluso tornillos.
El presidente López Obrador afirmó esta semana que los delincuentes también están robando petróleo crudo directamente de las plataformas de perforación.
Entre 2016 y 2018, el pillaje costó a Pemex 224 millones de pesos (US $ 11.7 millones al tipo de cambio actual), según la información obtenida por Milenio a través de las leyes de transparencia.
Sin embargo, el daño monetario real para la compañía es mucho mayor: Pemex no reveló las pérdidas en 312 ataques, el 80% del total en el período de tres años, lo que indica que la información “no está disponible” o “no se conoce”. ”
Según Pemex, algunos ataques han sido llevados a cabo por un gran número de piratas que llegan a sus plataformas petroleras en una flotilla en lugar de un solo barco.
El 22 de enero, en las aguas de la costa de Ciudad del Carmen, Campeche, la plataforma Abkatun-A estaba rodeada por “23 lanchas a motor”, dijo la compañía.
El alumbrado perimetral del helipuerto de la plataforma y 84 metros de cable fueron robados. En otra incursión el año pasado, los ladrones se escaparon con una gran parte de un helipuerto de 20 millones de pesos de la plataforma Tsimin-B.
Aunque Pemex dijo que estaba implementando medidas para prevenir la piratería, no especificó cuáles eran esas medidas, argumentando que la información estaba clasificada.
Mientras que los ataques a las plataformas de perforación están en aumento, el daño financiero que infligen a la compañía petrolera estatal se ve empañado por el daño provocado por el robo de combustible de los oleoductos en tierra.
López Obrador afirma que el crimen le cuesta a México más de US $ 3 mil millones al año. En respuesta, su gobierno ha implementado una estrategia contra el robo de combustible que ha provocado una escasez de gasolina prolongada y generalizada.
En los primeros 10 meses de 2018, hubo 12,581 toques ilegales en tuberías, un aumento del 45% en el número registrado en el mismo período de 2017, pero las autoridades federales dicen que los esfuerzos para combatir el crimen, que incluyen el cierre de tuberías importantes, estan trabajando.
López Obrador dijo que ya se han ahorrado miles de millones de pesos y el general del ejército a cargo del despliegue para proteger los ductos de México afirmó esta semana que la cantidad de combustible robado diariamente ha bajado de 80,000 barriles en noviembre a 2,500 este mes.
