INGLATERRA.- Un agricultor del suroeste de Inglaterra lleva 20 años cultivando 500 tipos diferentes de alimentos en lo que parece ser un bosque templado.
Conocido como “agroforestería”, el jardín de Martin Crawford es salvaje pero domesticado: un bosque capaz de producir toneladas de alimentos con tan solo unas pocas horas de trabajo al mes.
“Lo que consideramos normal en términos de producción de alimentos en realidad no es normal en absoluto”, explica Crawford en un corto de National Geographic sobre su jardín forestal maravillosamente enredado.
“Las plantas anuales son muy raras en la naturaleza y, sin embargo, la mayoría de nuestros campos agrícolas están llenos de plantas anuales. Lo normal es un sistema boscoso o semi-boscoso “.
La palabra ‘sistema’ aquí es importante, porque mientras que los agricultores normales buscan aislar ciertas partes de los sistemas naturales para un control completo (una táctica que se ha vuelto increíblemente exitosa hasta ahora), el éxito del jardín de Crawford depende de que se mantenga como un lugar completamente funcional y complejo ecosistema.
Crawford explica en el video, y en su libro “Creando un jardín forestal”, que se necesitan siete capas: árboles altos, árboles pequeños, arbustos, plantas perennes, cobertura del suelo, cultivos de raíces y trepadoras.
Estos podrían ser cultivos productores de alimentos, pero también lo que él llama plantas del sistema, las que ayudan en la distribución de nitrógeno o la acumulación de minerales, u otras que atraen especies polinizadoras que comen plagas.
Además, cultiva plantas utilitarias como las destinadas a tejer fibras, cestería, plantas medicinales y también plantas destinadas a maderas finas. Incluso tiene arbustos de frutas empalmados en los laboratorios soviéticos de la era de la Guerra Fría.
“Puede parecer un poco abrumador, hay tantas especies diferentes”, admitió. “No debe permitir que eso le impida comenzar un proyecto porque no tiene que saber todo para empezar, simplemente comience, plante algunos árboles y parta de ahí”.
Sin embargo, con el tiempo, los sistemas agroforestales se vuelven tan grandes y perennes que eliminan naturalmente la mayor parte del trabajo que uno asocia con la agricultura o la jardinería.
Como todo está allí para quedarse, no es necesario labrar y volver a labrar el suelo, agregar estiércol, fertilizante o nitrógeno. El dosel retendrá la humedad en la maleza, lo que significa que, eventualmente, ni siquiera necesitará regar su jardín.
Con información de Good News Network
