La policía indonesia detuvo a 51 hombres, entre ellos varios extranjeros, en una incursión en lo que las autoridades calificaron de “spa gay” en Yakarta el viernes, y algunos podrían enfrentar hasta seis años de prisión bajo leyes de pornografía y prostitución.
Las detenciones son las últimas en una serie de acciones policiales de alto perfil contra clubes y partidos gays en Indonesia este año que han cuestionado la reputación del país en materia de tolerancia.
Con excepción de la ultraconservadora provincia de Aceh, en el norte de Sumatra, donde se aplica la ley islámica y dos hombres fueron azotados públicamente en mayo por el sexo gay, la homosexualidad no se penaliza en Indonesia, hogar de la población musulmana más grande del mundo.
Entre los detenidos en el balneario del centro de Yakarta el viernes se encontraban cuatro ciudadanos chinos, uno de Singapur, uno de Tailandia, otro de Malasia y otro de holandés, aunque ninguno de los extranjeros será acusado, dijo el portavoz de la policía de Yakarta, Argo Yuwono.
Cuando se le preguntó acerca de lo que la gente en el spa estaba haciendo en el momento de la incursión, Yuwono señaló que estaba oscuro en ese momento.
“LGBT es claramente entre hombres y hombres o relaciones del mismo sexo. Prostitución masculina “, dijo Yuwono, sin aclarar más. Dijo que los acusados podrían enfrentar hasta seis años de prisión bajo la ley de pornografía indonesia.
“Hay un cajero, el gerente allí y también los que proporcionan instalaciones como toallas y otras cosas”, dijo.
Los activistas dicen que la policía apuntando al sexo homosexual consensual ha puesto de relieve la discriminación y el acoso en la tercera democracia más grande del mundo.
Andreas Harsono, un investigador basado en Yakarta para Human Rights Watch, se refirió a un patrón de acción policial discriminatoria contra la gente LGBT en Indonesia.
“Si invadieron (este club) porque son homosexuales, es abusivo, es abuso de poder”, dijo, agregando que no hay ley contra la homosexualidad mientras las relaciones sean consensuales.
“Si no hay víctima, no hay crimen”, dijo.
Con información de The Guardian
