Este verano fue un verano de extremos. El calor extremo y los fenómenos meteorológicos extremos devastaron el hemisferio norte, mientras que, en contraste, la Antártida experimentó temperaturas incluso más frías de lo habitual durante los meses de invierno en el sur, incluido el invierno más frío en el Polo Sur desde que comenzaron los registros.
Si bien los científicos han reconocido esto como un récord impresionante e inusual, la Antártida y el planeta, en general, continúan calentándose a un ritmo creciente.
La temperatura promedio récord registrada en la estación Amundsen-Scott del Polo Sur, donde se encuentra el Polo Sur geográfico, entre abril y septiembre fue de -61,1 ° C (-78 ° F), la más baja desde que comenzaron los registros en 1957. Periodista italiano Stefano Di Battista informó por primera vez las cifras, señalando que esto era -2,5 ° C (-4,5 ° F) más bajo que el promedio de los meses de invierno en los 30 años anteriores.
Las cifras fueron confirmadas por el Dr. Richard Cullather de la Oficina de Asimilación y Modelado Global de la NASA al Washington Post. La Dra. Amy Butler, científica atmosférica de NOAA, le dijo al Post que la temporada más fría probablemente se debió al vórtice polar más fuerte, que parecía haber contribuido al frío inesperado alrededor del Polo Sur.
“Básicamente, los vientos en la estratosfera polar han sido más fuertes de lo normal, lo que está asociado con el desplazamiento de la corriente en chorro hacia el polo”, dijo el Dr. Butler. “Esto mantiene el aire frío encerrado en gran parte de la Antártida”.
Sin embargo, aunque el Polo Sur fue más frío que el promedio, las observaciones satelitales durante la temporada de invierno muestran mucha variación en las temperaturas a través del continente antártico. En abril, durante el comienzo de los seis meses de invierno, la Antártida experimentó temperaturas más frías que el promedio en varias partes del continente, especialmente en la Antártida occidental, que estuvo 10 ° C (18 ° F) por debajo del promedio del mes durante el 20 años anteriores. Muy diferente de la situación en la Antártida oriental, que experimentó condiciones más cálidas que el promedio en abril.
En mayo, la situación pareció revertirse y los datos satelitales informan que el mar de Weddell tenía una anomalía más caliente que la media de 9 ° C (16,2 ° F) por encima de la temperatura media del mes. Esta anomalía terminó afectando la extensión del hielo marino alrededor del continente. Junio vio un regreso a condiciones increíblemente frías para la mayor parte del continente con una anomalía aún más extrema en la temperatura del aire de la superficie que la observada en abril. El área más fría experimentó temperaturas que alcanzaron los 10 ° C (18 ° F) por debajo del promedio de junio durante las últimas dos décadas. Luego fue seguido por un julio más caluroso en la Antártida.
Agosto vio una vez más temperaturas más frías que el promedio en la mayor parte del continente, aunque nuevamente, la excepción fue la Antártida Oriental. Es preocupante ver que en el mismo mes calendario, la Antártida experimentó algunas de las diferencias de temperatura inferiores a la media más bajas (-12 ° C / -21,6 ° F) y también las más calientes (12 ° C / 21,6 ° F). Los últimos datos muestran que la tendencia continuó en septiembre con temperaturas por encima del promedio en el este de la Antártida, pero temperaturas por debajo del promedio en la mayor parte del oeste de la Antártida.
Con información de IFL Science
