TIJUANA, Baja California.- Un charco de aguas negras luce en la esquina de la calle Tercera y Avenida Revolución en el Centro de Tijuana. Comerciantes del lugar han hecho el reporte ante la Comisión de Servicios Públicos de Tijuana (Cespt), sin embargo, permanecen en lista de espera.
Esta situación ha ocasionado que se acumule un hoyo de aguas fecales y el líquido se desborde en los árboles, así como en parte de la calle y banqueta, afectando a la rampa para personas con discapacidad.
“Es un foco de infección y algo insalubre, se está quejando la clientela, se están quejando del mal olor. Pasan los carros y salpican a las personas, sobre todo a las personas que necesitan la rampa de discapacidad, entonces la gente no puede bajar por ahí. Es una suciedad, es insalubre, entonces afecta a los peatones como a los locales que están establecidos. Ya tenemos como un mes, ya se han elaborado varios reportes a la Cespt, han venido y nos tienen en lista de espera. Tomaron hasta videos de la problemática, quedaron de resolvernos en estos días”, explicó el locatario Benito López Medina.
Lo que quieren los locatarios es que se solucione su problema ya que no solo ellos se ven afectados, sino el turismo, pues el centro de la ciudad es muy transitado por turistas.
“La gente ya casi ni transita por este lugar, hay hasta excremento afuera, es un mosquero en los negocios. La gente quiere entrar al negocio y se retira. Si usted se da cuenta hasta acá está el olor, es muy fuerte y ya es bastante tiempo, no creo que sea la única que ya levanté el reporte, somos varios. Ya estuvo un troque aquí, como que destaparon, pero no se destapó. Pasa mucha gente grande. Ya nos urgen que arreglen, es muy incómodo, no se puede con el mosquero, nos perjudica mucho el olor y las moscas, me ha bajado la clientela, nada más pasa y se va, no van a comer en un lugar con esos olores porque llega hasta adentro”, detalló Margarita Romero Palazuelos, otra locataria de la zona.
Algunos peatones son salpicados por el agua sucia al pasar los vehículos. Los comerciantes han tratado de limpiar para aminorar el olor, pero ni con cloro han podido con el pozo que se ha formado.
Con información de Johanna Mejía
