Practicantes pueden ayudar a las empresas a superar la crisis

MEXICALI, Baja California.- Con el objetivo de aumentar las posibilidades de colocación en el mercado laboral, a través de la adquisición de experiencia y el desarrollo de competencias especializadas en su ámbito, desde hace por lo menos un par de décadas la mayoría de las universidades promueven la realización de prácticas profesionales y servicio social, en los cuales envían a sus estudiantes a entidades públicas y privadas, dentro y fuera del país, para que desempeñen actividades supervisadas que les permitan insertarse en su medio profesional.

Se trata de estrategias que durante lo que va del 2020 no han podido implementarse, ya que como parte de las restricciones sanitarias para prevenir la propagación del covid-19, toda actividad académica presencial se encuentra suspendida en México, y toda actividad no esencial en las diferentes industrias se realiza con la operación de grupos reducidos de trabajadores.

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Así lo dijo el Mtro. Ulysses Moreno, director de la Incubadora de Negocios de CETYS Universidad: “Aunque la prioridad es invertir en salud, también debe invertirse en las personas, y esto nos corresponde a cada uno de nosotros en el ámbito privado; estudiantes, académicos y empresarios, debemos ver oportunidades que nadie está visualizando para generar nuevas opciones de negocios que contemplen el distanciamiento social, y el uso intensivo de las tecnologías de la información y la comunicación”.

Para lograrlo, añadió, las instituciones de educación superior deben impulsar el surgimiento de emprendimientos disruptivos en los sectores tecnológico, social y cultural, para lo cual, también deben otorgar nuevas competencias a los estudiantes.

“No estar físicamente en los lugares de trabajo da lugar a desarrollar nuevas capacidades. Será la creatividad y la innovación de los trabajadores la que, con ayuda de las herramientas digitales, permitirá a las empresas gestionar los compromisos que se vieron en pausa por la contingencia, y en adelante adaptar sus procesos para integrar en ellos a practicantes y apoyarlos en su desarrollo, creando así una nueva forma de prestar servicios de práctica profesional o servicio social”, puntualizó.

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Por último, cerró enfatizando que en un entorno post covid-19 esto ayudará a garantizar no sólo la subsistencia de las empresas sino también su crecimiento.

Con información de Nazul Lopez