Premio Nobel de Medicina a descubridores del reloj biológico interno

El premio Nobel de Medicina 2017 ha sido otorgado a un trío de científicos estadounidenses por sus descubrimientos sobre los mecanismos moleculares que controlan los ritmos circadianos, es decir, el reloj corporal de 24 horas.

Según la cita del comité Nobel, Jeffrey C Hall, Michael Rosbash y Michael W Young recibieron el premio por sus descubrimientos explicando “cómo las plantas, los animales y los seres humanos adaptan su ritmo biológico para que esté sincronizado con las revoluciones de la Tierra”.

- Publicidad-

El equipo identificó un gen dentro de las moscas de la fruta que controla el ritmo diario de las criaturas, conocido como el gen del “período”. Este gen codifica una proteína dentro de la célula durante la noche que luego se degrada durante el día.

Cuando hay un desajuste entre este “reloj” interno y el entorno externo, puede afectar el bienestar del organismo – por ejemplo, en los seres humanos, cuando experimentamos el desfase horario.

El anuncio fue recibido por la incredulidad de los ganadores. “Estás bromeando”, respondió Rosbash cuando recibió la llamada. La reacción de Hall fue similar: “Dije: ‘¿esto es una broma?'”,

- Publicidad -

Los tres ganadores del premio son de los Estados Unidos. Hall, de 72 años, se ha retirado, pero pasó la mayor parte de su carrera en la Universidad Brandeis en Waltham, Massachussetts, donde su compañero Rosbash, de 73 años, sigue siendo miembro de la facultad. Young, de 68 años, trabaja en la Universidad Rockefeller de Nueva York.

Mientras que los tres trabajaron para aislar el gen del período, el publicar era algo de una raza. Mientras Hall y Rosbash colaboraban, Young estaba trabajando en el rompecabezas independientemente. Ambos equipos informaron sus hallazgos en 1984.

- Publicidad -

“Fue una competencia muy desagradable a principios de los 80, aunque nos establecimos. Creo que es posible que empezamos a actuar más como adultos porque nos hicimos mayores “, dijo Hall.

Hall y Rosbash pasaron a desentrañar cómo funciona el reloj biológico, revelando que los niveles de proteína codificados por el gen del período suben y bajan a lo largo del día en un bucle de retroalimentación negativa. Young, por su parte, descubrió un segundo gen implicado en el sistema, llamado “atemporal”, que fue crítico para este proceso. Sólo cuando las proteínas producidas a partir del gen del período combinado con las del gen atemporal podrían entrar en el núcleo de la célula y detener la actividad adicional del gen del período. Young también descubrió el gen que controlaba la frecuencia de este ciclo.

Los descubrimientos del equipo también ayudaron a explicar el mecanismo por el cual la luz solar puede sincronizar el reloj biológico.

Con información de The Guardian