El presidente catalán destituido condena la “brutal ofensiva judicial” española

El depuesto presidente catalán, Carles Puigdemont, ha acusado a las autoridades españolas de realizar una “ofensiva judicial brutal” contra miembros de su gobierno derrocado y dijo que temía que no recibieran una audiencia imparcial en los tribunales españoles.

Escribiendo en The Guardian, Puigdemont dijo que era un “ultraje colosal” que él y 13 colegas estuvieran siendo investigados por posibles cargos, incluida la sedición y la rebelión en relación con sus papeles en la declaración de independencia del mes pasado.

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“Hoy, los líderes de este proyecto democrático están acusados ​​de rebelión y enfrentan el castigo más severo posible según el código penal español; lo mismo que para los casos de terrorismo y asesinato: 30 años de prisión “, dijo.

El presidente catalán dijo que dudaba de que él y sus colegas obtuvieran una “audiencia justa e independiente” y pidió un “escrutinio desde el extranjero” para ayudar a llevar la crisis catalana a una conclusión política, en lugar de judicial.

Agregó: “El estado español debe honrar lo que se dijo tantas veces en los años del terrorismo: acabar con la violencia y podemos hablar de todo. Nosotros, los partidarios de la independencia catalana, nunca optamos por la violencia, por el contrario. Pero ahora nos parece que fue una mentira que todo está en discusión “.

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El ex presidente catalán huyó a Bruselas con un puñado de colegas del gabinete la semana pasada, horas antes de que el fiscal general de España anunciara que trataría de presentar cargos de rebelión, sedición y uso indebido de fondos públicos en su contra.

El jueves, un juez nacional ordenó el encarcelamiento de los ocho políticos catalanes y, un día después, emitió una orden de arresto europea contra Puigdemont y cuatro de sus aliados.

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A última hora del domingo, un juez belga otorgó la liberación condicional de cinco. Ellos harán su primera aparición en el tribunal el 17 de noviembre cuando un juez decidirá si ejecutar la orden de arresto.

Las condiciones de liberación incluyen la prohibición de que salgan de Bélgica hasta su aparición en el tribunal de primera instancia en Bruselas a finales de este mes. Con el proceso de extradición probablemente demore meses en lugar de semanas, hay un creciente margen para que la presencia de Puigdemont en Bélgica cause serias dificultades al gobierno de coalición del país.

Con información de The Guardian