El misterio del presidente desaparecido alimenta la intriga en Nigeria

El enfermo presidente de Nigeria no se ha visto en dos meses y ha pasado más de un tercio del año hasta ahora en el extranjero, sin planes conocidos de regresar.

Más de un mes desde el punto medio de su presidencia, Muhammadu Buhari sigue en Londres recibiendo tratamiento para una enfermedad misteriosa que muchos creen que es cáncer.

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Sus ayudantes se niegan a decir lo que está mal con él, y en su último viaje de regreso a Nigeria, Buhari sólo dijo que nunca había estado tan enfermo, y dio a entender que había recibido una transfusión de sangre.

El portavoz del presidente, Garba Shehu, rechazó una solicitud para comentar sobre el paradero de Buhari.

La primera dama, Aisha Buhari, aseguró a los nigerianos que su esposo “se estaba recuperando rápidamente” en junio, a su regreso de una semana de visita a Londres, pero no compartió fotos de su marido como las publicadas después de una visita anterior. Se fue otra vez a Londres la semana pasada.

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El presidente, de 74 años de edad, llegó al poder en 2015 prometiendo luchar contra la corrupción endémica y Boko Haram, el grupo islamista que ha agobiado a través del noreste de Nigeria.

Buhari ha gobernado el país una vez antes, habiendo tomado el poder en un golpe militar en los años 80. Fue depuesto en otro golpe, pero cuando llegó al poder por segunda vez en 2015 fue aclamado como un hombre escrupulosamente honesto y una mano fuerte que trataría eficientemente los problemas de Nigeria.

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Sin embargo, sus largas ausencias han dejado a la política nigeriana acosada por el rumor y el juego de poder político, al borde e incierto.

Su primer viaje al Reino Unido fue presentado por su portavoz como nada para provocar preocupación: Buhari estaba “de vacaciones” y tomando “exámenes médicos de rutina”, dijo el portavoz.

Pero en su regreso a Nigeria en marzo Buhari admitió que había estado gravemente enfermo y sólo ha reasumido parcialmente sus deberes presidenciales.

Con información de The Guardian