El presidente polaco ha firmado uno de los tres proyectos de ley en disputa que reforma el poder judicial de una manera que, según dicen los críticos, limitaría su independencia.
El movimiento se produjo después de que miembros de alto rango del partido de derecha y Justicia (PiS) reaccionaran furiosamente a la decisión de Andrzej Duda de vetar dos de tres proyectos de ley controvertidos que los críticos argumentan que habrían dado al gobierno control sobre el sistema judicial del país, A la voluntad de las potencias extranjeras hostiles.
Su declaración siguió a días de manifestaciones en todo el país, en las que cientos de miles de polacos tomaron las calles en la capital, Varsovia, así como en otras ciudades y ciudades, y celebraron vigilias frente a los tribunales.
Bajo pancartas adornadas con consignas como “cortes libres” y “libertad, igualdad, democracia”, los manifestantes le suplicaron al presidente polaco – él mismo un abogado – rechazar las tres leyes, alegando que marcaban un cambio hacia un gobierno autoritario.
Las propuestas habían puesto a Polonia en un camino de colisión con la comisión europea, que había amenazado con retener el derecho de voto de Polonia si los presentaba. Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro polaco, advirtió sobre un “escenario negro que podría conducir en última instancia a la marginación de Polonia en Europa”.
El martes, la oficina de Duda dijo que había firmado el tercer proyecto de ley, a pesar de las demostraciones el lunes por la tarde en varias ciudades instándole a bloquear también esa.
La ley permite al ministro de justicia, que es también el fiscal general, nombrar a los jefes de todas las cortes inferiores.
Los críticos dicen que es inconstitucional, pero dieron la bienvenida al rechazo del presidente de los otros proyectos de ley. Uno de ellos habría permitido que el ministro de justicia despidiera inmediatamente a todos los magistrados de la corte suprema y eligiera sus reemplazos.
Duda dijo que la ley sobre la corte suprema otorgaba poderes excesivos al fiscal general.
Los comentaristas se sorprendieron al ver el cambio, interpretándolo como un gran revés para el PiS, lo que ha hecho que un gran problema fuera de controlar las instituciones independientes de Polonia, especialmente el poder judicial, desde que llegó al poder en 2015, y la calificó como una victoria para los manifestantes .
“Algunas potencias europeas no aceptaron el resultado de las elecciones, no aceptan este gobierno y su dirección del cambio … Estamos tratando con otro intento de derrocar al gobierno”, dijo Witold Waszczykowski, ministro de Relaciones Exteriores de Polonia, sobre el caso “Tal vez termine con acciones terroristas contra el Estado polaco”.
Con información de The Guardian
