TIJUANA, Baja California.- La escuela primaria Nicolás Bravo en su turno matutino y Emiliano Zapata en el vespertino, ha sido víctima de vandalismo desde marzo de 2020 cuando inició el confinamiento por el brote de covid-19.
Así lo expuso la encargada de despacho del turno matutino, Melissa Reveles, quién indicó que lo primero que se llevaron los delincuentes fue la instalación eléctrica.
“Hacíamos rondines, nos dimos cuenta que nos volvieron a robar, se metieron a la escuela en abril, en Semana Santa, regresamos y empezamos a ver vandalismo, que se robaban algunos objetos, cosas pequeñas y después vinieron ya por toda la luz, se llevaron la luz de un viernes a un lunes”, declaró.
Sin embargo, esas no fueron las únicas afectaciones en la escuela. Las rejas en las ventanas de las aulas fueron abiertas, de tal forma que los vándalos entraron a los salones y no sólo se llevaron lámparas, equipo didáctico, hojas de papel, sino que también se divirtieron con guerras de pintura y de cuadernos. Incluso en algunos pizarrones dejaron mensajes como: “Robamos, ni modo”.
“Se metieron salón por salón a hacer vandalismo, todo lo que había en los salones fue totalmente destruido, parecía guerra de pinturas, papel por todos lados y maldades en la luz, lo que eran las balastras, tumbaron la luz”, explicó.
Además, grafitearon algunas paredes e incluso realizaron un hoyo en la pared divisora de la dirección del turno matutino y un salón, con lo cual lograron hurtar aparatos electrónicos, módem de internet, cafetera, entre otros artículos.
Durante este tiempo, la vigilancia externa de la Policía Municipal no fue suficiente, ya que la encargada de despacho mencionó que en ocasiones al entrar a la escuela, veía a los vándalos salir, incluso dijo que la señora que atiende la tienda escolar enfrentó a uno de ellos.
A raíz de esto, fue finalmente hasta el pasado mes de mayo, más de un año después de los primeros actos vandálicos, que la Policía Municipal aplicó una medida preventiva seria para la prevención de más afectaciones, en esta y otras escuelas en la colonia Chilpancingo.
“La policía accedió a incluirme en un grupo de vigilancia intensa con las tres escuelas en la colonia con problema de vandalismo, nos monitoreamos con un grupo de WhatsApp, nos mandan fotos, les dimos llave de la escuela, entran cada tres, cuatro horas, tengo actualización del sistema, como una alarma o una cámara de seguridad”, expuso.
Por último, Melissa Reveles agradeció la colaboración de los padres de familia para realizar jornadas de limpieza en la escuela, así como para la mano de obra necesaria para algunas reparaciones.
Actualmente la escuela está siendo poco a poco restaurada con el fin de que pueda disponer de todo lo necesario para un regreso a clases presenciales.
Con información de Sergio Carrillo.
