Primer juicio en Estambul contra una treintena de presuntos golpistas

El primer juicio en Estambul a presuntos participantes en el golpe de Estado fallido del 15 de julio comenzó este martes, con una treintena de policías acusados de haberse negado a proteger al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.
Se trata del proceso más importante hasta la fecha desde el golpe, aunque ya se hayan celebrado otros procesos en varias ciudades de Turquía, donde unas 41.000 personas han sido detenidas desde el 15 de julio.
Los 29 acusados están siendo juzgados en la mayor sala de audiencias de Turquía, en un edificio situado frente a la prisión de Silivri, en las afueras de la metrópolis turca.
Se les acusa de haberse negado a obedecer las órdenes de defender al presidente Erdogan la noche del intento de golpe de Estado.
Las primeras audiencias, que durarán cuatro días, según la agencia de prensa progubernamental Anadolu, comenzaron con la lectura de la identidad de los comparecientes y los delitos de los que se les acusa, antes de dar paso a los argumentos de la defensa.
“Vamos a asegurarnos de que los culpables, en el marco del Estado de derecho, reciban el mayor castigo posible”, declaró Orhan Cagri Bekar, secretario general de la Asociación del 15 de Julio, creada para defender a las víctimas del fallido golpe.
“Hoy esperamos respuestas y también condenas. Que ningún crimen quede impune”, añadió el abogado ante la sala de audiencia, vigilada por agentes de las fuerzas especiales.
Veinticuatro de los sospechosos están en prisión preventiva, uno en paradero desconocido y los demás bajo control judicial, según los medios turcos.
Algunos de ellos son juzgados por haberse negado a proteger la residencia presidencial de Estambul, otros por no haber obedecido la orden de oponerse a los golpistas y haber tratado de desalentar cualquier resistencia popular mediante mensajes publicados en las redes sociales.
Veintiún acusados podrían ser condenados a hasta tres cadenas perpetuas y los ocho restantes a penas de hasta 15 años de prisión.
– ‘Vil organización’ –
Ankara atribuye el intento de golpe de Estado, que causó cerca de 270 muertos y 2.000 heridos, al movimiento del predicador islamista Fethulah Gulen, pero éste, que vive exiliado en Estados Unidos desde 1999, niega cualquier implicación en la intentona golpista.
Tras el 15 de julio, las autoridades turcas han lanzado una inmensa purga que, además del arresto de los presuntos golpistas, ha alcanzado a los medios prokurdos, suscitando críticas de ONG que acusan al régimen de aprovechar el estado de emergencia para acallar las voces críticas.
La magnitud de la reacción de Ankara también preocupa a los países occidentales, especialmente en la Unión Europea (UE), cuyas relaciones con Turquía se han visto muy deterioradas en los últimos meses.
Y el ritmo de las detenciones no tiene visos de disminuir: el ministerio del Interior anunció el lunes 1.096 arrestos relacionados con el movimiento de Gülen en la última semana.
El presidente Erdogan afirmó la semana pasada que el joven policía que asesinó al embajador ruso, Andreï Karlov, en Ankara también estaba vinculado al predicador islamista.
“Esta vil organización sigue presente en las filas de nuestra policía y de nuestro ejército”, lamentó.
El de Estambul es el primero de muchos procesos relacionados con el intento de golpe de Estado. El 20 de febrero, 47 personas acusadas de haber intentado asesinar a Erdogan serán juzgadas en Mugla, en el suroeste de Turquía.