El fiscal general de Israel anunció su intención de acusar al primer ministro del país, Benjamin Netanyahu, en tres casos de corrupción.
La decisión se produce solo seis semanas antes de las elecciones generales israelíes y podría dañar gravemente las posibilidades de Netanyahu en una carrera cerrada.
El largamente esperado anuncio de Avichai Mandelblit muestra su intención de procesar al primer ministro por delitos penales en todos los casos en su contra, en los que ha sido acusado de soborno, fraude y abuso de confianza.
Según la ley israelí, Netanyahu puede defenderse en una audiencia previa al juicio antes de que los cargos se presenten formalmente ante el tribunal, y potencialmente convencer al fiscal general para que los desestime. No está claro si el proceso comenzará antes de las elecciones del 9 de abril, pero es probable que tarde muchos meses.
Sin embargo, el peso del anuncio arroja serias dudas sobre su futuro político.
Él ha negado todas las acusaciones, descartándolas como parte de una cacería de brujas orquestada por la prensa. Hablando el jueves por la noche, Netanyahu dijo en un comunicado televisado que “esta casa de naipes se derrumbará”.
El segundo primer ministro en servicio del país que dirige el gobierno de más derechas en su historia, Netanyahu se ha comprometido previamente a no renunciar si es acusado. No estaría obligado legalmente a hacerlo.
Advirtió que el caso legal en su contra era una táctica política de los opositores izquierdistas “solo para derribar a la derecha y elevar la izquierda a la presidencia. No hay otra explicacion.” Netanyahu continuó diciendo que las acusaciones eran mentiras.
