El primer ministro japonés, Shinzo Abe, parte rumbo a Pearl Harbor

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, voló desde Tokio este lunes con destino a Hawái (EEUU) para visitar Pearl Harbor junto al presidente saliente estadounidense, Barack Obama, donde ambos países desean conmemorar varias décadas de reconciliación.
Este desplazamiento de Abe a Pearl Harbor, el primero de un jefe de gobierno nipón, tiene lugar 75 años después de la ofensiva sorpresiva de la aviación de su país, en diciembre de 1941, que precipitó la entrada de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial.
El viaje del primer ministro había sido anunciado a comienzos de diciembre. El mismo es corolario del efectuado en mayo pasado por Obama a Hiroshima, donde se lanzó desde un avión estadounidense la primera bomba atómica contra población civil, poco antes del fin de la guerra, en 1945.
“Viajo a Pearl Harbor, en Hawái, para homenajear a las víctimas (del ataque) en tanto primer ministro de Japón y representante del pueblo japonés”, declaró a Abe a la prensa en el aeropuerto de Haneda, poco antes de su partida.
“Nunca debemos repetir el horror de la guerra. Junto al presidente Obama, quisiera expresarle al mundo este compromiso hacia el porvenir y el valor de la reconciliación”, destacó.
Ambos dirigentes aspiran a que su visita ponga de relieve el valor de la alianza forjada entre los dos países después de la guerra.
Responsables japoneses explicaron que el desplazamiento de Abe no tiene por objetivo presentar disculpas, sino más bien homenajear a las víctimas y estimular las reflexiones históricas, como lo hiciera Obama en Hiroshima.
La visita de Abe tiene lugar poco antes de la partida del presidente Obama de la Casa Blanca y de la llegada de su sucesor, Donald Trump, el mes próximo.
Este último causó gran revuelo en Japón durante la campaña electoral, cuando mencionó la retirada de sus soldados del sur de la península de Corea y del archipiélago nipón, salvo un aumento significativo de la contribución financiera entre ambos países.
También sugirió que esos dos países del Lejano Oriente se provean del arma atómica ante la amenaza regional que significa Corea del Norte, lo que conmocionó a la opinión de un país que tiene marcado a fuego el recuerdo del ataque nuclear contra Hiroshima.
Abe fue el primer mandatario extranjero que se entrevistó con Trump en Nueva York tras su elección. Entonces subrayó la importancia de las relaciones entre los dos países.