Los demócratas en Vermont han nominado a la primera candidata transgénero de Estados Unidos para gobernadora por un partido importante, en una noche de elecciones primarias que también vieron a republicanos de Minnesota rechazar una cara familiar de la vieja guardia republicana en favor de un candidato más alineado con el presidente Donald Trump.
Minnesota también seleccionó a una mujer que podría ser la primera miembra somalí-estadounidense del Congreso, y los demócratas de Connecticut nominaron a un candidato que podría convertirse en la primera mujer negra del estado en servir en el Congreso.
“Esta noche hicimos historia”, dijo Hallquist, de 62 años, a sus seguidores durante su discurso de victoria. “Me siento tan honrada de ser parte de este momento histórico”.
Hallquist le dijo a CNN el miércoles por la mañana que no necesariamente se había postulado para hacer historia, sino como una reacción a la elección de Trump en la Casa Blanca.
“La razón por la que estoy aquí es por lo que sucedió en 2016”, dijo. “En física, decimos que para cada acción hay una reacción opuesta y opuesta. Bueno, definitivamente soy una reacción al 2016 “.
Hallquist sigue los pasos de Danica Roem, la demócrata de Virginia que en 2017 se convirtió en la primera legisladora transgénero en los Estados Unidos.
Se enfrentará al titular republicano Phil Scott en noviembre. Scott, un moderado que se enfrentó a un desafío principal en la derecha alimentado por su apoyo para el control de armas, es considerado el favorito de los dos. De acuerdo con una encuesta reciente, el republicano en el cargo tiene de Demócratas de Vermont.
La semana pasada habló con The Guardian acerca de sus posibilidades de convertirse en la candidata demócrata y dijo: “Le digo a la gente que esto no es lo más difícil que hice. De hecho, creo que después de la transición todo lo demás parece bastante fácil “.
Su éxito corona un viaje extraordinario, que ha incluido décadas de conflictos internos sobre cómo su familia la aceptaría como Christine, el proceso de transición de cinco años antes de sentirse dispuesta a presentarse a sí misma como mujer en su trabajo como presidenta ejecutiva de alto nivel. e incluso esquivando un intento de exorcismo cuando era niño.
Con información de The Guardian
