El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, ha lanzado una amplia represión contra la disidencia, dirigida a clérigos, críticos públicos y rivales políticos, mientras se mueve para consolidar su recién descubierto poder en medio de un enfrentamiento con Qatar.
La campaña ha llevado a la detención de hasta 10 clérigos populares; el mayor arresto masivo de su tipo en la historia reciente del reino. A raíz de un fracasado intento reciente de poner fin a la disputa de tres meses entre Riyadh y su diminuto vecino, que ha desafiado los llamados a separar los vínculos con la Hermandad Musulmana y con Irán, a quienes Arabia Saudita y sus aliados consideran amenazas subversivas .
La represión también se produce en medio de la constante especulación de que el príncipe Mohammed se está posicionando para ascender al trono, tal vez en la primera mitad del próximo año. La demanda ha sido fuertemente negada por la corte real. Sin embargo, las cifras cercanas a la sede del poder insisten en que se han hecho planes para una adhesión, pero según las condiciones establecidas por el monarca titular, el rey Salman, el padre del príncipe heredero.
Las detenciones de los clérigos -y la reciente salida de Arabia Saudí de disidentes de alto perfil- se producen tras una campaña lanzada en junio contra Qatar por Riad y los Emiratos Árabes Unidos, que ha provocado desde entonces un bloqueo aéreo, terrestre y marítimo, sanciones comerciales y una serie de demandas que hasta ahora no se han cumplido.
Al mismo tiempo, Mohammed bin Nayef, el principal miembro de la familia real destituido por el Príncipe Mohammed como príncipe heredero, permanece en efecto bajo arresto domiciliario, mientras que a otros príncipes mayores se les ha impedido viajar.
Altos funcionarios de Arabia Saudita dicen que la represión está dirigida a marginar a clérigos influyentes que la corte real cree que han sido silenciados en su apoyo a la postura contra Qatar, que algunos altos funcionarios creen que ha expuesto los límites del poder saudita, en lugar de mostrar su fuerza.
Con información de The Guardian
