El ex presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, fue sentenciado a 15 años de prisión, convirtiéndose en el cuarto ex líder del país condenado por corrupción.
También fue multado con 13.000 millones de won (8,8 millones de libras) después de que el tribunal del distrito central de Seúl lo declarara culpable de soborno y malversación de fondos.
Lee fue presidente desde 2008-2013 y su condena sigue al encarcelamiento en abril de su sucesor, Park Geun-hye, que asesta un duro golpe a los conservadores en Corea del Sur. Park está cumpliendo una sentencia de 33 años por corrupción y fue expulsado de su cargo en medio de protestas a gran escala.
El jugador de 76 años no asistió a la audiencia del viernes como una protesta contra la transmisión en vivo. Él ha negado sistemáticamente los cargos y dijo que los procedimientos tenían motivaciones políticas. Los fiscales habían buscado una pena de cárcel de 20 años.
El tribunal dictaminó que Lee había aceptado sobornos de algunas de las compañías más grandes de Corea del Sur, incluida Samsung, y del servicio de inteligencia del país. Se descubrió que había malversado unos 24.000 millones de won a través de los fondos de una empresa de autopartes llamada DAS. Lee afirmó que la firma pertenecía a su hermano, pero el tribunal dictaminó que él era el dueño de facto. “Poner todo en consideración, el castigo fuerte para los acusados es inevitable”, dijo el tribunal.
Los políticos surcoreanos a menudo son examinados por su relación agradable con los conglomerados de propiedad familiar del país, o chaebol, que controlan vastas franjas de la economía. Ha llevado a frecuentes acusaciones de criminalidad en todo el espectro político.
Durante el juicio, se descubrió que Samsung le pagó a Lee alrededor de 6 mil millones de wones a cambio de un indulto presidencial para su presidente, Lee Kun-hee, quien fue encarcelado por evasión de impuestos.
El tribunal también dijo que estaba mal que Lee continuara negando los cargos en su contra, y lo reprendió por intentar culpar a los subordinados. El ex líder surcoreano fue acusado formalmente en abril de 16 cargos que incluían soborno, malversación y abuso de poder.
Lee describió anteriormente el caso en su contra como “venganza” después de que el presidente liberal Moon Jae-in, actualmente en el cargo, fuera elegido. Moon fue jefe de personal bajo Roh Moo-hyun, quien se desempeñó como presidente desde 2003 hasta 2008 y se suicidó en 2009 después de que fue interrogado por los fiscales sobre la presunta corrupción durante el mandato de Lee. Moon ha acusado a Lee de apuntar a Roh en un esfuerzo por desacreditar a los políticos liberales.
Chun Doo-hwan, el presidente de 1980-88, y Roh Tae-woo, el presidente de 1988-1993, fueron condenados por soborno y sedición en 1996, pero fueron indultados un año después.
Con información de The Guardian
