CIUDAD DE MEXICO (apro).- Productores de tomate buscarán que autoridades laborales legalicen el trabajo infantil para que menores de edad puedan emplearse en invernaderos, acompañados por lo menos de uno de sus padres.
El empresario Carlos Quintanilla dijo que estos son lugares seguros y la propuesta incluye que los padres autoricen su trabajo, además de que los niños y jóvenes no abandonen la escuela.
Quintanilla Velázquez argumentó que “no hay riesgo porque están bajo techo, protegidos: es un trabajo manual en el que no tendrían ninguna lesión”.
También dijo que la falta de oportunidades obliga a que quienes egresan de secundaria, o incluso se reciben de técnicos, sigan trabajando en el campo porque carecen de recursos para continuar su preparación académica.
Luego expuso que “los padres no tienen recursos para pagarles el transporte y menos el hospedaje. Es una tristeza que el gobierno federal invierta en primaria y secundaria y se termine esa oportunidad. Nosotros tenemos 800 personas trabajando y es gente marginada por falta de oportunidades”.
Carlos Quintanilla explicó a ‘Pulso de San Luis’ que su propuesta “es humanista”, pues los padres no pueden sostener a seis u ocho hijos y por ello los envían a trabajar a fin de que obtengan recursos para sus estudios.
Es por ello, argumentó, que los productores de tomate buscan normar este punto, ya que a las familias no les alcanza con un sueldo a pesar de ser más del doble del mínimo.
“Los 190 pesos diarios no son suficientes para la gente del campo”, sostuvo el empresario.
