Propician transporte malo e importaciones caras la circulación de carros “chocolate”

Más de 800 mil carros irregulares o «chocolates» circulan en Baja California, donde un transporte caro y deficiente así como calles en mal estado, llevan a los ciudadanos a arriesgar su patrimonio y a transitar en la ilegalidad en vehículos que cuestan desde mil dólares, unos 17 mil pesos ya que importarlo cuesta más que el propio carro.
  Muchos de estos vehículos son comprados en subastas y establecimientos como los de Copart, una red de venta de autos confiscados por aduanas de Estados  Unidos, y que son rematados en 200 o más dólares, a veces por estar chocados, o usados para transportar drogas o indocumentados.
  El fenómeno carros baratos-transporte caro data de décadas en una frontera donde el transporte público tasa sus tarifas con base en el pasajero estadounidense. De hecho, los primeros vehículos de servicio público en Tijuana, los taxis amarillos que hacen sitio en las inmediaciones de la garita de cruce con San Diego desde mediados de los 50, por lo que han establecido un feudo en la región.
Y es que con tarifas que van en los casos de los taxis colectivos desde 13 y hasta 20 pesos, y taxis libres que cobran 100 pesos por un trayecto de apenas 6 kilómetros, los tijuanenses optan por un auto sin importar pero que les permita desplazarse a sus centros de trabajo y escuelas, autos que costaban apenas unos 300 dólares en la década de los 80.
Para muchos habitantes, las pésimas condiciones de las calles de esta ciudad, hacen más rentable comprar un vehículo irregular que pagar transporte o pagar un carro nacional a crédito, a cantidades que equivaldrían a comprar 3 o 4 autos en buenas condiciones.
  En esta frontera, el calificativo «tijuaneado» nació para definir los carros que circulan con sreios daños en la suspensión y que son comprados para circular apenas durante un año en promedio.
  Muchos de los carros «chocolates» son usados para cometer robos y secuestros, por lo que las autoridades buscan reducir la circulación de este tipo de vehículos.
Mientras en la capital del país una familia de 4 personas gasta menos de 500 pesos mensualmente en desplazarse a sus escuelas y trabajos, un estudio de El Colegio de la Frontera revela que en Tijuana se destinan 4 mil 480 pesos cada mes, congruente con el pago de alquiler que en promedio rebasa los 4 mil 800 pesos mensuales y una canasta básica de 6 mil 800 pesos, 2 mil 100 pesos por encima de la que se paga en el centro de la República.
En el arranque de este año, la importación de automóviles usados totalizó 356 mil 123 unidades,  lo que equivalió al  50.8% de las ventas de carros nuevos. Pero en ese mismo lapso de tiempo, la importación disminuyó 16.2% respecto al mismo periodo de 2013.
  En esta frontera con 2 mil dólares, puede comprarse un buen vehículo y con 4 mil uno excelente pero las restricciones del gobierno federal limitan tanto el modelo como el origen de las unidades: no pueden importarse autos modelos 2006 hacia atrás, ni de origen asiático como los Kia, Toyota, Honda y Subaru entre otros.
Pero si el transporte es un negocio de enormes dimensiones en Tiuana, la importación de vehículos es otro similar que incluso alcanza dimensiones de crimen organizado.