El proveedor anti-porno

NUEVA YORK _ Alexander Rhodes se sentó en una extensión de pasto, mirando hacia el río Allegheny. Los dos estábamos sentados en un espacio tranquilo en las afueras de Pittsburgh donde habíamos planeado pasar la noche en tiendas de campaña.

“El elemento clave a considerar es que no soy muy buen hombre de negocios”, dijo. “Realmente no soy más que un tipo que era adicto a la pornografía por internet”.

- Publicidad-

Hace unos años, Rhodes, de 26 años de edad, fundó un sitio web como un espacio en línea con el propósito de ayudar a otros que comparten su problema particular. Tiene alrededor de un millón de visitantes individuales cada mes, dijo, y casi sale de los números rojos.

Rhodes, que creció en el oeste de Pensilvania y trabajó en Google hasta recientemente, ahora espera hacer de su sitio algo más grande. Con ayuda de su padre y otros familiares, está transformando parte de una iglesia abandonada en una base de operaciones para su naciente empresa.

“Una cosa es mirar atrás y lamentar lo que sucedió en términos de cómo crecí siendo adicto a la pornografía por internet”, dijo. “Uno podría mirar atrás y decir: ‘Oh, vaya. Yo era un perdedor. Y si nunca la hubiera visto, mi vida sería mucho mejor’. Y quizá sea cierto. Pero, al mismo tiempo, el hecho de que yo fuera adicto a la pornografía en internet, el hecho de que yo fuera tan mediocre, me hace estar singularmente calificado para ayudar a la humanidad”.

- Publicidad -

En los últimos años, Rhodes ha surgido como portavoz contra una “enfermedad” que no ha sido oficialmente reconocida por los círculos médicos. Parecía sentirse incómodo con su nuevo estatus.

Fue cuidadoso con cada palabra y pidió hablar de manera confidencial más que un funcionario del gobierno. No confirmó si estaba involucrado con alguien, y dijo solamente que, desde que renunció a la pornografía “para siempre” en 2013, ha podido tener relaciones significativas con mujeres.

- Publicidad -

En cierta forma, su historia es la de la era digital. Su padre era programador de computadoras, y él estuvo expuesto a la tecnología digital desde temprana edad. Gravitó hacia el Game Boy de Nintendo y eventualmente avanzó al Nintendo 64 y Sony PlayStation.

A los 11 años más o menos, dijo, dio clic en un anuncio de banner por error y encontró una imagen que mostraba una violación. Para cuando llegó a la adolescencia, también lo hacía el internet, y Rhodes se hizo dependiente de la pornografía de alta definición que era fácil de encontrar y a menudo gratuita. Para cuando estuvo en la universidad, se masturbaba mientras la veía hasta 14 horas diarias, dijo.

“Yo decía: ‘Muy bien, tengo que tomar unos días para recuperarme de esto, como una recuperación física’”, dijo, “y no podía alejarme ni siquiera un día”.

La aparente dependencia de Rhodes de la pornografía no ayudó a la relación con su primera novia, con quien empezó a salir cuando era estudiante de segundo año en la Universidad de Pittsburgh. Fue su primera oportunidad real de intimidad sostenida, y él la echó a perder.

“No creo que todo se debiera a la pornografía por internet”, dijo. “Pero puedo decir que la vida sexual no iba muy bien. Yo tenía disfunción eréctil inducida por la pornografía _ una forma muy moderada, y esto lo diagnostica uno mismo, porque los médicos no lo diagnostican _, pero podía mantener una erección fantaseando con la pornografía. Esa era la única manera”.

Hora de cambiar

En 2011, Rhodes estaba perdido y en busca de apoyo. Creó un foro de discusión en Reddit sobre el tema de abstenerse de la masturbacióny la pornografía. Se dio cuenta de que no estaba solo y empezó su sitio independiente poco después.

Después de la universidad, continuó construyendo el sitio mientras trabajaba como contratista para Google, especializándose en análisis de datos. Dijo que ganaba buen dinero y pudo dedicar una buena cantidad al sitio web (llamado NoFap.com, por un término en jerga en inglés para masturbación). Pero seguía usando el supuesto vicio contra el cual despotricaba. Tuvo que pasar por otra relación fallida para realmente renunciar a ello.

“Pienso que dependía de la pornografía como una especie de muleta emocional”, dijo. “Si sucedía algo malo, acudía a la pornografía, porque siempre estaba ahí.

“Sabía que era malo para mí”, dijo. “Pero también me di cuenta de que era malo para las mujeres con las que me involucraba, y ese fue el momento en que dije: ‘Necesito dejar esto atrás. Está distorsionando por completo mi sexualidad al punto en que pudiera ser realmente perjudicial o al menos no disfrutable para otras personas con las que me involucro’”.

Rhodes llegó a creer que tenía un llamado mayor que su trabajo en análisis de datos en Google. “No fue una decisión fácil”, dijo de su renuncia al trabajo el año pasado. “Pero, finalmente, era lo que era mejor para la humanidad”.

El sitio web sirve como un escudo protector en línea para los hombres que buscan escapar de la pornografía. Tiene anuncios de software para bloquear pornografía y programas en línea que promueven la idea de renunciar a la pornografía y la masturbación. El sitio también tiene foros de discusión e incluye testimonios de hombres que comparten historias de sus éxitos y fracasos.

Y ayuda a hombres a encontrar “socios responsables” destinados a fungir como patrocinadores estilo Alcohólicos Anónimos, para mantener a una persona en el camino correcto. El sitio genera ingresos a través de suscripciones y publicidad, dijo Rhodes.

La confesión

En el primer día que visité a Rhodes, subimos por las escaleras de la ex Iglesia de San Clemente en Tarentum, Pensilvania. La estructura, construida en 1906, llevaba mucho tiempo abandonada, y sus bancas, confesionario y escuela anexa estaban desmoronándose y acumulando polvo.

Su padre, Phillip Rhodes, compró recientemente en subasta el extenso complejo por 50,000 dólares. Aunque es probable que la iglesia albergue a otros negocios, Rhodes hijo ve un futuro ahí para él y toda una operación con empleados.

Se sentó al lado del confesionario de la iglesia mientras yo me sentaba del otro. “Dígame la última vez que vio pornografía”, dije, en broma.

Pese al lugar, él se ha mantenido en gran medida alejado de las personas religiosas, especialmente los evangélicos que quieren hacer equipo con él, aun cuando esa relación pudiera ayudar a financiar su trabajo.

“Tengo puntos de vista que no encajan con sus opiniones”, dijo Rhodes. “Soy muy positivo hacia el sexo. No soy una persona religiosa. No soy alguien que apoye la religión. No estoy contra la religión, pero no la apoyo. Y creo completamente y firmemente en el sexo premarital”.

Rhodes dijo que también soportó la ira de aquellos en el otro extremo del espectro ideológico. Hay gente que ha tratado _ infructuosamente _ de hackear los servidores del sitio, y sus foros han sido bombardeados con imágenes pornográficas, dijo. Su padre recibió pornografía por correo, dijo Rhodes, y él mismo ha recibido amenazas de muerte.

“Es solo algo que uno debe enfrentar y dejar que las autoridades adecuadas le den seguimiento”, dijo.

Sridhar Pappu
© 2016 New York Times News Service