Tijuana, BC.- La serie de Netflix sobre el Chapo confirma, ahora a nivel internacional, lo que los bajacalifornianos sabíamos: la relación entre el gobierno de Ernesto Ruffo, su hermano Claudio y los hermanos Arellano Félix, quienes aparecen protegidos por el primer gobierno estatal panista.
Al respecto, el senador de la República se refiere a su personaje como “Ernesto Rubio, ya la vi, todos sabemos historias ustedes las reportaron aquí en Baja California y hay registros de ello y hay quienes hacen películas y novelas o se incorporan datos de aquí y de allá construyen un guion y es lo que hicieron”.
Al respecto, el hoy senador que busca la candidatura del PAN a la presidencia de la República, considera que su alusión en la serie puede tener un trasfondo político pero se dice abierto a ser llamado por las autoridades.
“En una época que a mi hasta me parece sospechoso porque estamos en el asunto del proceso electoral por la presidencia de la República y en ello se están infiriendo un montón de asuntos, pero en el caso de Ernesto Ruffo Appel siempre me he mantenido abierto dispuesto a cualquier comparecencia” afirma.
La serie no se aleja de la realidad cuando presenta a Claudio Ruffo asociado con un empresario y con los Arellano Félix, quienes aportan millones de dólares para financiar un centro comercial. En realidad el proyecto fue una plaza y un conjunto residencial llamado San Fernando, y a su autor, el empresario Fernando Gutiérrez Barrón ejecutado por la deuda de 6 millones de dólares.
Hoy el fraccionamiento por el que Fernando Gutiérrez Barrón fue asesinado en Coronado Cays, se encuentra en ruinas, ocupado de cuando en cuando por vagabundos que ignoran que fue construido sobre el lecho de un río.
Uno de los vecinos del desolado conjunto, César de Lira, dice del sitio que “según eso era de un capo, de una gente pesada que fue detenida y le decomisaron todo. Todo eso echándose a perder, todo pudiéndole dar uso, dándole apoyo a la gente”.
Y sobre su hermano, Claudio, quien hoy languidece consumido por las drogas, el ex gobernador se refiere directamente.
“Ah bueno uno escoge los amigos no los hermanos”, concluye.
Con información de Juan Arturo Salinas
