Tijuana, BC.- Una vez pasado el proceso electoral, la Policía Municipal volvió a montar retenes con el pretexto de reducir el trasiego de droga, la circulación de carros robados y la detección de delincuentes con antecedentes penales. Pero las cifras de robos, asaltos y ejecuciones desmienten a las autoridades cuya verdadera intención es recaudar o extorsionar.
Los retenes recaudatorios de la Policía Municipal volvieron a Tijuana, esta vez con más intensidad y con pobres resultados pues el pretexto de la seguridad que esgrime el gobierno de la ciudad, no se sostiene cuando nuestra frontera registra ya casi 10 ejecuciones diarias.
Montados con patrullas y hasta 2 o más grúas pues dan por hecho que habrá carros que remolcar, los retenes se toman atribuciones que no les competen al confiscar vehículos no importados, con el argumento de que los conductores no pueden demostrar la propiedad o alguno de los documentos requeridos por el artículo 26 del Reglamento de Tránsito.
La alternativa para evitar el remolque es la extorsión que ronda los 500 pesos o más, pero en caso contrario, la suma de arrastre y confinamiento puede llegar a los 7 mil pesos o incluso el riesgo de perder el carro cuando no se puede acreditar la propiedad.
No es casual que este tipo de medidas lesivas para los ciudadanos, se recrudezcan una vez que pasaron los comicios ya que los gobiernos en turno buscan evitar votos adversos contra los partidos del que emanaron sus gobiernos, como en el caso de Acción Nacional.
Con información de Juan Arturo Salinas
