TIJUANA, Baja California.– A más de seis meses del cierre de la frontera de México con Estados Unidos y después de cinco ocasiones en las que se ha extendido la fecha de reapertura, las personas que pueden hacer uso de las garitas se encuentran divididos ante la posibilidad de reapertura esperada para el 21 de septiembre para actividades no esenciales.
Hay quienes aseguran que reabrir significará un repunte de casos de covid-19, mientras que otros consideran que el turismo y la economía debe ser prioridad.
A pesar de que los cruces se vieron limitados desde marzo del 2020 a solo residentes o ciudadanos de Estados Unidos y personal esencial, las filas en las garitas de Otay y San Ysidro habrían presentado más del 60 por ciento de su capacidad en las últimas semanas, por lo que las medidas no muestran ser del todo eficientes.
Mientras se continúa a la espera de la decisión que queda a cargo del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y las autoridades de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, los sectores del turismo y comercio en ambos lados de la frontera seguirán tratando de sobrellevar el impacto económico.
Con información de Sara Aguiar.
