Un estudio del Colegio de la Frontera Norte es contundente: “Estamos completamente rebasados” nos dice la Madre Margarita Directora del Proyecto Salesiano “Desayunador Padre Chava”, uno de los siete centros de apoyo a personas extranjeras en Tijuana, mientras es asediada por una decena de personas que la buscan para preguntarle por servicios, actividades, atenciones médicas, y cómo distribuir la llegada de víveres, ropa, agua, cobijas, así como la organización de personas que se van aglutinando en la entrada del desayunador para ofrecer voluntariamente su tiempo de servicio a la comunidad.
El Proyecto de Archivo Oral de la Migración encabezado por El Colegio de la Frontera Norte es una colaboración que se lleva a cabo con la Casa del Migrante en Tijuana y Desayunador Padre Chava. El objetivo principal es obtener testimonios de los migrantes que están llegando a esta ciudad procedentes de África, Haití y de Centroamérica, que nos permitan comprender la situación de las personas que han llegado a Tijuana, sus emociones y sus historias.
El Desayunador del padre Chava se ubica en Av. Melchor Ocampo, en la Zona Centro de Tijuana a pocos metros del Canal Río Tijuana. El “Canal” o también llamado “Bordo”, por varios años se convirtió en un espacio donde los migrantes que buscaban cruzar a Estados Unidos, deportados, y personas sin hogar, hallaron resguardo en distintos momentos del día y de la noche y acudían al Desayunador, cuya capacidad de atención es de 100 personas, entre hombres y familias. De ahí que este centro se convirtiera en un lugar de acogida para tomar el primero y quizá único alimento que en el día podían tener las personas beneficiadas. Otra parte de la población migrante, una muy pequeña, además era recibida en el Desayunador para pasar estancias cortas. Los pocos días que lograba permanecer eran valiosos para establecer contacto con familiares o amigos para recuperar documentos de identificación, recibir dinero, o simplemente dar aviso de su paradero.
A la asistencia telefónica y el préstamo de Internet, El Desayunado Padre Chava suma los servicios de peluquería, talleres de música y asistencia médica que cubren los estudiantes avanzados de medicina de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC). También hay que destacar las pláticas de rehabilitación y la celebración de misas de agradecimiento. Pero quizá lo más importante es la asesoría para acudir al Instituto Nacional de Migración.
Estos servicios y el tipo de población atendida, tuvo cambios radicales desde hace pocas semanas cuando el número de migrantes en tránsito provenientes principalmente de Haití y África comenzaron a llegar a Tijuana y al Desayunador del Padre Chava por centenares. La capacidad del centro quedó rebasada, mientras que tampoco se observan migrantes de origen mexicano o centroamericano, ni personas en situación de calle.
Al menos 500 personas entre niños menores de 8 años, mujeres embarazadas, personas menores de 40 años de ambos sexos son las que podemos ver en este centro esperando recibir ayuda, prevaleciendo día y noche y requiriendo cada vez más servicios y asistencia especializada. Las mujeres con embarazos avanzados, la situación puede tornarse complicada, pero también para quienes requieren atención por infecciones y otro tipo de enfermedades. Una voluntaria, estudiante de la UABC de noveno semestre, Mayra Cruz, nos comenta que con la gran cantidad de migrantes en tránsito, al menos en el Desayunador Padre Chava ya “hay necesidad de materiales y medicinas” para dar la atención. Al menos por ahora una unidad de atención dental ha sido autorizada, pero las necesidades aumentan día con día.
En total son 15 los centros de ayuda a migrantes en las ciudades de Tijuana y Mexicali. Las limitantes son enormes si tan solo pensamos que la capacidad no rebasa las 1000 personas en condiciones óptimas.
