Recibe ordenación presbiteral nuevo diácono

ENSENADA – Con un llamado a ser fiel, decidido y firme, fue realizada ayer la liturgia de ordenación presbiteral del diácono Adán Alberto Tiznado León, en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe.
La ceremonia de dos horas de duración fue presidida por el obispo de Ensenada, Rafael Valdez Torres, además de más de 40 sacerdotes de la Diócesis de Ensenada y cuatro presbíteros invitados de Tijuana.

De esta manera, Tiznado León entró a formar parte de la jerarquía de la Iglesia Católica, tras participar del rito que incluyó imposición de las manos y plegaria de ordenación; así como oración consagratoria de los presbíteros y postración.

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También la imposición de la estola y la casulla; unción de las manos; entrega de la patena y cáliz; abrazo de paz y liturgia eucarística, conforme al proceso de ordenación presbiteral.

Durante la homilía, Valdez Torres recordó que ser pastor implica representar a Jesucristo, hablar y dar testimonio del Evangelio, además de fiel y practicar el amor, caridad y justicia.

“El pastor cuida de las ovejas, no se sirve de las ovejas. Debe ser trabajador, no cobarde ni imprudente. Debe defender a las ovejas y conducirlas por el buen camino. Ser pastor es estar dispuesto a dar la vida, a dejar el pellejo por ser fiel a su misión.

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La vida sacerdotal no es un privilegio: es una vocación. Debe ser valiente, decidido, firme y dispuesto a vivir la aventura de Jesucristo”, expresó, en alusión al santo Evangelio según san Juan (10, 11-16) leído durante la ceremonia, que refiere la ocasión en que Jesús habló a los fariseos y les aclaró que él era un buen pastor dispuesto a dar la vida por sus ovejas.

En su primer mensaje como presbítero, Tiznado León agradeció a los asistentes por acompañarlo en la ceremonia. “Muchas gracias por su compañía. Simplemente quiero pedirles que sigan orando por sus sacerdotes, así como nos lo recomendó nuestro señor obispo: necesitamos de las oraciones del pueblo de Dios. Así como sus sacerdotes están pidiendo por ustedes, unámonos en esa oración de pedirnos unos por los otros, pero sobre todo por las vocaciones, para que el Señor nos siga bendiciendo con esas vocaciones que tanto necesitamos y nunca nos falten los pastores que nos sigan guiando por los caminos de la luz y que nos llevan a la vida eterna. Muchas gracias”, concluyó el diácono.