SAN DIEGO, California.- A 18 años de la tragedia que conmociono al mundo, las víctimas siguen recordando la caída de las torres gemelas y los miles de muertos que dejo el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001. Eran las 8:46 de la mañana cuando el vuelo 11 de American Airlines que viajaba de Boston a Los Ángeles golpeo la torre norte del World Trade Center en la ciudad de Nueva York. Algunos de los tripulantes de aquel vuelo lograron comunicarse con sus seres queridos informando que el avión había sido secuestrado.
A las 9:03 am, el vuelo 175 de United Airlines que viajaba de Boston a Los Ángeles golpeo la segunda torre, en ese momento el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush hijo, declaraba estado de emergencia ante el ataque terrorista que estaban sufriendo. Cerca de las 9:37 am el vuelo 77 de American Airlines que viaja desde Dulles, Virginia, a Los Ángeles, golpeo el edificio del Pentágono en Washington. Las cadenas de televisión y de radio transmitían lo sucedió en el bajo Manhattan por lo que el mundo tenia sus ojos puestos en el ataque orquestado por el líder de al Qaeda, Osama bin Laden. Las torres gemelas colapsaron en un lapso de 102 minutos dejando miles de muertos y heridos.
Las víctimas tenían edades comprendidas entre dos y 85 años. Aproximadamente el 75-80% de las víctimas eran hombres. A las 10:03 mañana— El vuelo 93 de United Airlines que viaja desde Newark, Nueva Jersey, a San Francisco se estrelló en un campo de Pensilvania, este fue el último avión secuestrado. En total fueron 19 hombres los encargados de secuestrar los cuatro aviones comerciales y los responsables de la muerte de 2.753 personas.
El 13 de diciembre de 2001, tres meses después del ataque, el gobierno de Estados Unidos publicó un vídeo en el que Osama bin Laden se responsabiliza por los ataques y cinco días después el Congreso aprobó una medida para permitir que el presidente designe el 11 de septiembre como “Día del patriota” en cada aniversario de los ataques.
Hoy a 18 años, el gobierno de los Estados Unidos recordó a las víctimas fatales y a los miles de heridos con una ceremonia en el mismo lugar donde perdieron la vida y en esta frontera se realizó un cierre parcial de las garitas de San Ysidro y Otay en memoria de los fallecidos. Pueden pasar muchos, pero las heridas de aquel ataque aún están abiertas.
Con información de: Carolina Vázquez
