El servicio funerario de Aretha Franklin en Detroit el viernes atrajo a algunas de las estrellas más brillantes de la música y un aluvión de figuras políticas para una despedida adecuada para la “Reina del Soul”.
La llegada de Franklin al reposo en el Templo de la Gran Gracia de la ciudad el viernes por la mañana fue recibida por una multitud de dolientes que habían esperado horas para presentar sus respetos. Muchos finalmente no pudieron entrar ya que la iglesia alcanzó rápidamente su capacidad.
Al comienzo de la mañana yacía graciosamente en su ataúd, con las piernas cruzadas en altos tacones altos mientras el ataúd abierto, dorado, brillaba bajo las luces. Había sido transportado a la iglesia por el mismo coche fúnebre Cadillac LaSalle de color blanco nacarado de 1940 que llevó a la ícono de los derechos civiles Rosa Parks a su descanso final en 2005, así como al propio padre de Franklin en 1984.
Siempre la diva, el atuendo de Franklin fue el tercer “cambio de vestuario” en el transcurso de sus diversas visitas desde su muerte el 16 de agosto: esta última vez, un vestido de oro rosa.
El reverendo Al Sharpton, Jesse Jackson, Louis Farrakhan y el ex presidente Bill Clinton hicieron fila uno al lado del otro en el estrado frente a un coro de gospel cantando una versión extendida de Marvelous. Hillary Clinton también estuvo presente en Detroit, la ciudad donde Franklin comenzó su carrera cantando gospel en el coro de la iglesia New Bethel Baptist.
Los músicos Stevie Wonder, Chaka Khan y, de la nueva generación, Ariana Grande, estuvieron entre los que actuaron en honor a Franklin en el transcurso del día. El director Tyler Perry, la actriz Cicely Tyson y la leyenda de Motown Smokey Robinson estuvieron entre los programados para compartir los recuerdos del cantante.
Bill Clinton le dijo a la congregación, de Franklin: “El secreto de su grandeza es que tomó este talento masivo, y esta cultura perfecta que la elevó, y decidió ser la compositora de la canción de su propia vida. Y qué canción resultó ser “.
Franklin vendió más de 75 millones de discos en su vida y ganó 18 premios Grammy. Franklin falleció de cáncer de páncreas y le diagnosticaron un tumor en 2010.
El funeral es la culminación de lo que ha sido una larga celebración nacional y el duelo por su inmenso legado y talento. Miles de admiradores presentaron sus últimos respetos a la “Reina del Soul” el martes en el Museo Charles H Wright de Historia Afroamericana de Detroit.
Con información de The Guardian
