Theresa May ha lanzado una clara advertencia a los líderes de la UE de que la vida de sus ciudadanos correrá peligro si no muestran más flexibilidad en Brexit, ya que luchó para recuperar la iniciativa en una cumbre malhumorada en Bruselas.
La primera ministra había enfrentado anteriormente críticas agudas de una sucesión de líderes cuando llegaron a la reunión del consejo europeo, en la que destacaron la división y la indecisión en Westminster.
El presidente de la comisión europea, Jean-Claude Juncker, dijo a los periodistas: “No tengo que dar conferencias, pero me gustaría que nuestros amigos británicos aclaren su posición. No podemos seguir viviendo con un armario dividido. Tienen que decir lo que quieren y nosotros responderemos a eso “.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, expresó la preocupación de muchos de que cada vez era menos claro quién dirigía la política del gobierno sobre Brexit, y que el gabinete de May continuaba chocando públicamente sobre el futuro.
Él dijo: “No quiero hablar en términos apocalípticos, pero lo que quiero decir es que creo que la primera, segunda y tercera prioridad ahora es resolver este problema de la frontera irlandesa”.
Cuando se le preguntó si la UE era demasiado rígida en su enfoque, dijo: “El problema es a quién deberíamos escuchar, porque nuestro contacto, por supuesto, es Theresa May. Sé que está trabajando día y noche para resolver esto, pero el primer problema que tenemos que resolver ahora es la frontera irlandesa “.
El taoiseach, Leo Varadkar, dijo que el Reino Unido todavía creía erróneamente que era un socio igualitario en las conversaciones. Sugirió que el gobierno tardó dos años en esbozar su visión de una relación post-Brexit con la UE.
El líder irlandés dijo: “El Reino Unido tiene que entender que en Europa somos una Unión. Tenemos leyes, reglas y principios, y no se pueden cambiar por ningún país, incluso un país como Gran Bretaña. Cualquier relación en el futuro entre la UE y el Reino Unido no va a ser una de igualdad absoluta.
“Somos 27 estados miembros, la UE es un país, somos 500 millones de personas, el Reino Unido es 60 millones, por lo que los hechos básicos deben ser comprendidos”.
Más tarde, May eligió utilizar su espacio asignado en una cena de trabajo para responder, diciéndoles a los líderes de la UE27 que lo que el Reino Unido consideraba intransigente por Bruselas estaba poniendo en peligro el intercambio de información sobre seguridad, y que en última instancia podría poner vidas en riesgo.
Con información de The Guardian
