Theresa May, primera ministra del Reino Unido, se embarcará en una frenética ronda de diplomacia europea en un intento final por rescatar su acuerdo con el Brexit y su posición después de un día caótico en el que postergó el voto significativo programado del martes ante la abrumadora oposición.
La primera ministra se reunirá con la canciller alemana, Angela Merkel, en Berlín el martes por la tarde para buscar “más garantías” para garantizar que el respaldo del norte de Irlanda nunca entraría en vigencia, aunque su oficina advirtió que era improbable un avance rápido.
Downing Street dijo que la votación podría demorarse hasta enero, reduciendo el tiempo disponible para aprobar la legislación necesaria para completar la salida del Reino Unido, lo que generaría una creciente preocupación por un Brexit sin acuerdo.
Con más de 100 parlamentarios conservadores en fila para votar en contra del acuerdo Brexit, May hizo la humillante admisión a los Comunes de que “si continuáramos y votáramos mañana, el acuerdo sería rechazado por un margen significativo”.
La primera ministra ahora espera obtener un intercambio de cartas o declaraciones paralelas prometiendo que el respaldo en el acuerdo de retiro, que podría mantener al Reino Unido en una unión aduanera indefinida, sería temporal y es poco probable que entre en vigor. Sin embargo, Downing Street admitió que el documento puede no ser legalmente vinculante, lo que significa que no estaba claro que satisficieran a los parlamentarios escépticos, en medio de la intensa presión de los tories rebeldes y el partido unionista demócrata para deshacerse del respaldo.
El partido laborista indicó que presentaría un voto de no confianza si May fracasara en sus negociaciones de emergencia y dijo que si regresaba sin cambios significativos “habrá perdido de manera decisiva e incuestionable la confianza del parlamento”.
Los Brexiters duros cuestionaron lo que May podría lograr. Jacob Rees-Mogg dijo que fue un “día podrido y humillante” para el gobierno, ya que antes había acusado a May de no gobernar porque ella “no tuvo la agudeza” de presentar su trato ante los parlamentarios para aprobarlo.
Las fuentes del gabinete también expresaron preocupación por la estrategia de mayo, que canceló la votación, algo que algunos querían que se llevara a cabo, sin que la UE se haya comprometido con nada. “No parece haber ningún tipo de plan”, dijo uno.
Con información de The Guardian
