Un tribunal en China ha sentenciado a un activista por la democracia taiwanesa a cinco años de prisión por cargos de subversión en un caso que ha tensado las relaciones entre Beijing y Taipei.
Lee Ming-cheh se sentó en silencio mientras un juez leía la sentencia, acusándolo de diseminar artículos, libros y videos críticos del sistema comunista chino en un intento de fomentar una “revolución del color occidental”.
La oficina presidencial de Taiwán calificó el veredicto como “inaceptable” y agregó: “Instamos a las autoridades de Pekín a que liberen a Lee y le permitan regresar a Taiwán pronto”. Lamentamos que el caso de Lee haya dañado seriamente las relaciones a través del Estrecho “.
Lee, voluntario de la Asociación de Derechos Humanos de Taiwán, desapareció en marzo durante un viaje a China y luego se reveló que fue arrestado. Había viajado a China con frecuencia durante la última década sin incidentes.
Beijing considera que Taiwán es una parte de su territorio. La isla democrática y autónoma ha oscilado durante años entre lazos más estrechos con China y una postura más independiente. El caso de Lee ha enojado a muchos en Taiwán y es visto como el último movimiento en los esfuerzos de Pekín para intimidar a Taipei, cada vez más asertivo.
Los grupos de derechos se apresuraron a condenar la sentencia y han criticado el tratamiento de Lee desde su desaparición.
“Lee Ming-cheh es víctima de un enjuiciamiento políticamente motivado. La evidencia en su contra no es creíble, su condena es absurda pero predecible “, dijo Roseann Rife, directora de investigación para Asia oriental de Amnistía. “Es el último en sufrir bajo el implacable ataque de las autoridades chinas contra activistas de derechos humanos y democracia.
“Su así llamada confesión es muy dudosa y probablemente fue extraída bajo coacción extrema”.
La sentencia fue descrita como una “advertencia” a Hong Kong y a otros en Taiwán por Maya Wang, investigadora principal de China en Human Rights Watch. Las autoridades chinas han condenado repetidamente a los activistas pro democracia en Hong Kong.
Con información de The Guardian
