La República Popular China ha celebrado 70 años de gobierno del partido comunista y su ascenso al estado de superpotencia global con un desfile militar que muestra la tecnología del país y una promesa del presidente Xi Jinping de que “ninguna fuerza puede sacudir el estado de esta gran nación”.
Pero las grandes y violentas protestas en Hong Kong arrojan una larga sombra sobre la proyección cuidadosamente coreografiada de Pekín de la unidad y el poder nacional.
El liderazgo y el presente de China se reunieron el martes en una plataforma de observación sobre la Plaza Tiananmen para observar el desfile militar de 15,000 soldados y armas, incluidos nuevos aviones no tripulados hipersónicos y misiles balísticos intercontinentales.
Fue seguido por un desfile civil, con tributos a los íconos nacionales del líder fundador Mao Zedong y las bicicletas por las que China era conocida antes de convertirse en un monstruo económico, a las ciudades que han surgido desde las reformas de la década de 1980.
Xi, quien ha pasado años consolidando su control sobre el poder para convertirse en quizás el líder más influyente desde el propio Mao, lanzó las celebraciones con un discurso que subrayó el crecimiento económico de la República Popular China y el papel del partido en fomentarlo.
“No hay fuerza que pueda sacudir el estado de esta gran nación. Ninguna fuerza puede detener al pueblo chino y a la nación china a seguir adelante ”, dijo. Siguiendo la tradición, vestía un traje gris de Mao y observó el desfile desde el mismo lugar donde se encontraba Mao para anunciar el establecimiento de la República Popular de China el 1 de octubre de 1949.
Entonces China era tan pobre y maltratada por la guerra civil que, según los informes, algunos de sus 17 aviones de guerra recibieron la orden de volar dos veces, para que la fuerza aérea pareciera más grande de lo que era. El gran desfile de este año enfatizó cuánto ha cambiado.
Con información de The Guardian
