Repudia sector patronal el gasolinazo; “atenta contra consumidores”, acusa

CIUDAD DE MEXICO (apro).- El gasolinazo que entró en vigor a partir del primer día del año caldeó los ánimos del sector patronal del país, el cual consideró que el aumento “es desproporcionado y atenta directamente contra la economía del consumidor final”.

Al fijar su posicionamiento respecto del alza en el precio de las gasolinas y el nuevo esquema de mercado de esos combustibles, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) fustigó:

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“Siempre hemos impulsado la libre competencia y nos hemos mantenido aportando propuestas para la implementación de la reforma energética, que establece un mercado abierto donde más jugadores participan, de ninguna manera estamos de acuerdo en que el usuario final resulte el más afectado con el incremento de precios de los combustibles”, denunció.

El organismo encabezado por Gustavo de Hoyos hizo un llamado al Congreso de la Unión para la revisión y ajustes pertinentes a la Ley del IEPS, con el fin de aminorar las afectaciones, ya que el componente de impuestos que tienen los precios de gasolinas y diésel es “muy elevado y asciende más de 40%”.

De esa forma, de Hoyos Walther señaló que “en la determinación de los nuevos precios nos parece desproporcionado que el gobierno le traslade toda la carga al consumidor final, y que no haya voluntad para revisar esquemas de reducción de cargas fiscales”.

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También aseguró que hay “una gran preocupación” por el impacto inflacionario que pueda generarse con los aumentos en los combustibles. De hecho, analistas adelantaron que la inflación superará el 4% durante el 2017.

“Entendemos que manejar subsidios a las gasolinas, como hasta ahora se ha hecho, es inviable y regresivo, además tampoco Pemex puede seguir absorbiendo las pérdidas por las transacciones de compra-venta de gasolina, sobre todo la importada, que ascienden a más de 50 mil millones de pesos anuales”, recordó el organismo empresarial.

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Pemex, sin capacidad técnica ni financiera

Para el sector patronal es evidente que Pemex ya no cuenta con la capacidad técnica ni financiera para mantenerse como el proveedor único de los combustibles, por lo que sugirió hacer una transición rápida y efectiva para evitar que las pérdidas acumuladas de la empresa productiva del Estado la lleven a una situación insostenible.

Gustavo de Hoyos Walther también consideró “preocupante” el incremento de las importaciones de gasolinas y diesel en los últimos años, ya que dichas compras del exterior llegan a estar por encima de 60% del consumo nacional, lo anterior “debido a la limitada e ineficiente infraestructura de refinación con la que contamos, que año con año disminuye y hoy opera por debajo de 60% de su capacidad, debido a su obsolescencia y falta de mantenimiento o reconfiguración”.

El líder patronal aportó cifras a su posicionamiento:

“Si logramos incrementar su eficiencia arriba de 90% (promedio de las refinerías del Golfo en Estados Unidos), dejaríamos de importar petrolíferos equivales a 500 millones de dólares mensuales, que al año representarían ahorros por 6 mil mdd, o aproximadamente 126 mil millones de pesos, reduciendo la salida de divisas y generando más empleo y derrama económica en el país”.

Refinación, el gran pendiente

No paró ahí, pues también subrayó que para la Coparmex es urgente acelerar la actualización de la infraestructura de refinación, así como la rápida apertura al sector privado del almacenamiento y transporte de gasolinas y diésel, y empezar a producir lo que actualmente se importa, y transportarlo a costos más competitivos.

“Es paradójico que somos un importante país productor de crudo con una alta dependencia externa por la importación de gasolinas”, enfatizó.

Para el futuro, el organismo planteó una visión de mediano y largo plazo para transitar hacia un modelo energético más eficiente, productivo y competitivo, dejando atrás el modelo obsoleto que ha generado sobrecostos por las ineficiencias.

De no ser así, advirtió, “os costos futuros serán mayores y más drásticos”.