El incremento en los índices de violencia que vive Tijuana y Baja California toda no parece casual, pues hay voces que lo atribuyen a la baja en la guardia que las autoridades que ya se van, muestran en su desempeño. Por lo que toca al gobierno del estado que se queda aún tres años más, la guardia nunca parece haber estado alta.
Su brazo más efectivo, la Policía Estatal Preventiva, está mas preocupada en sacar jugo de esta crisis que en solucionarla, y es que a río revuelto, ganancia de pescadores.
Hoy por hoy la violencia que vive Tijuana es tan cruenta como las de los años más negros, 2008 a 2010 si acaso con la diferencia de que los secuestros, que fueron uno de los principales fantasmas de aquellos años, bajaron en esta frontera.
No es casual; ya no hay secuestrables como los de aquel entonces. Ya los peces gordos se fueron o tomaron las debidas providencias.
La falta de métodos efectivos, el relajamiento de las autoridades encargadas de la seguridad en la ciudad, y la falta de recursos, son las principales causas del recrudecimiento de la violencia en Tijuaja, así lo indicó Alberto Sandoval, presidente de la Alianza Civil, quien dijo que si están trabajando las autoridades, sin embargo, no se ven los resultados por la falta de eficiencia en las estrategias de seguridad. Además dijo que es importante también la participación ciudadana a través de la denuncia.
Por otra parte, preocupa a los comerciantes de la Zona Centro y Avenida Revolución el aumento de robos a negocios, transeúntes y al turismo. Julián Palombo, señalo que en últimas fechas han notado poca presencia policial en el área, lo que lleva a un incremento del 5 al 8% en este delito. Señaló además que la falta de ratificación en las denuncias, conlleva a que los detenidos salgan libres y vuelvan a delinquir. Palombo señaló que los índices delictivos inhiben el turismo y de no actuar a tiempo, podrían regresar los tiempos en que la Avenida Revolución estaba sombría por falta de turismo.
Pero de que Tijuana sufre, sufre y sufre mucho.
